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>EL VIAJANTE написал:
>--------------
>Времена меняются. Это архаизм. Никто так не говорит.
Турист, ты в своих суждениях частенько перебор делаешь, как настоящий стахановец... или как вот этот испанский судья:
—No salgo de mi sorpresa —me dijo—, pero, mira, te voy a decir... Soy muy cscéptico con estas medidas... Va a romper Chile otra vez en dos.
El juez español era demasiado conocido para que le diera detalles de su personalidad, de todo cuanto se decía de él, en la prensa y en los corrillos de las clases dirigentes, de su protagonismo casi psiquiátrico, de su sorprendente entrada y de su intempestiva salida de la política española, de mano de los socialistas, de la mano directa de Felipe González. Según prédicas de sus enemigos, sus instrucciones judiciales estaban siempre llenas de defectos que terminaban perjudicando cada uno de los procesos en los que trabajaba. Pero era inflexible. Como Lerma, pensé. Y un ESTAJANOVISTA de la magistratura. Creía en la justicia que impartía.
—¿Y...?—preguntó Otciza.
—No hay un delincuente en el mundo que no lo haya condenado a muerte —apostillé—. Los de ETA, los del GAL, los financieros corruptos a los que ha procesado, los narcotraficantes... ;no es una garantía? Pinochet lo va a pasar mal.
Juan Jesús Armas Marcelo, Al Sur de la Resurrección, 2006
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Diccionario de la Real Academia Española:
estajanovismo.
(De A. G. Stajanov, 1906-1977, minero soviético, que batió el récord de extracción de carbón).
1. m. Método ideado para aumentar la productividad laboral, basado en la iniciativa de los trabajadores.
estajanovista.
1. adj. Perteneciente o relativo al estajanovismo.
2. com. Partidario del estajanovismo.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
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Diccionario de uso del español de María Moliner:
estajanovismo
estajanovismo (de "A. G. Stajanov", minero ruso que superó todas las marcas de producción) m. Doctrina de origen soviético que pretende incrementar la productividad laboral incentivando a los trabajadores.
estajanovista
estajanovista adj. Del estajanovismo. adj. y n. Partidario del estajanovismo.
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Ejempols:
También habló el conseller de Universitats, Manel Balcells, quien dijo que asume con "ilusión personal" su puesto y mostró una actitud ESTAJANOVISTA al recalcar su "total disposición al trabajo, trabajo y trabajo".
(La Vanguardia, 2006-04-22)
A contracorriente
Jesús Ibáñez, 1997
Ya los humanos no somos valorados por nuestra competencia productiva (no se valora la cantidad del ESTAJANOVISTA ni la calidad de la "cosa bien hecha"), sino por el modo que tenemos de consumir y divertirnos: todos somos empujados a mirarnos en el espejo del Playboy, y ya no en el del sabio o en del santo.
La Imagen de la Mujer y Su Proyección en la Literatura, la sociedad y la historia
Mercedes González de Sande, 2010
Según Irene Maria Scalise (2008), periodista de “La Repubblica”, “la Carrà es una ESTAJANOVISTA de la danza, un soldado del punta-tacón, una severa educadora de sí misma. Es una extraordinaria vendedora a lo largo y ancho del mundo de de format espectaculares con el centro en ella, siempre y sólo en ella, la Raffa nacional-popular”.
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El asunto de la transcripción o transliteración es complejísimo. Si tomamos el español, es lógico que se diga Kaliningrado. Esto si partimos desde el punto de vista de que la mayoría de las sólabas en español son abiertas. Seguidamente me pregunto, por qué K y no C. Aquó empiezan las preguntas. En la transcripción desde el alemán creo que el asunto se complica aún más. Hay que transcribir de manera tal que sea pronunciable en español. El caso de Colonia es más que elocuente. Ahora bien, por qué escribir Burdeos, cuando es perfectamente pronunciable BORDÓ. Respecto al ruso, pues creo que es muy fácil decir en español Moscová, Está de acuerdo con las reglas del español. Decimos Moscú. ¿Y cómo denominamos al río homónimo (en ruso) que pasa poresa ciudad? He aquí otro problema. Respecto al ejemplo de Kyiv, creo que los estudiosos lo han debativo más de una vez. Es la forma que usan los nacionalistas de ese país. Inttete pronunciarlo en español. Un fracaso. La forma tradicional, la que usa casi todo el mundo en muchísimos idiomas basados en grafías del latín, es más aceptable para el español. Toda imposición artificial de una transcripción conlleva al fracaso. Por lo tanto podemos plantear de nuevo la pregunta que hizo hace casi cien años el eminente fonetista ruso L.V. Scherba: ¿Debe ser la transcripción de carácter nacional o internacional? Esto, claro está, sin la participación de los políticos.
>Навуходоносор escribe:
>--------------
>Hablando del tema... Estoy de acuerdo con Dirk, Yelena y Turista en lo referente a los topónimos. Creo que no tenemos por qué transliterarlos (por cierto, los idiomas eslavos o, por lo menos, los del alfabeto cirílico normalmente los topónimos los transcriben) causando en muchas ocasiones dificultades a la hora de pronunciación. Por ejemplo, el nombre de Kiev en versión original es prácticamente impronunciable para los hispanohablantes (Kyiv, por ponerlo de algún modo). Pienso que, además, otras naciones pueden gozar del privilegio de llamar y escribirlo en su propia lengua a su propia manera. Como los alemanes, por poner otro ejemplo, tienen todo el derecho del mundo llamar a Kalinigrado (¿o Kaliningrád?) Königsberg (¡sic, Dirk!). ¿Y acaso no suenan bonito Montenegro, Amberes, Costa de Marfil o hay que pronunciarlo en sus respectivos idiomas? Lo contrario sí que sería servilismo.
>Y en cuanto al resto de nombres propios, depende...
>Навуходоносор escribe:
>--------------
>Hablando del tema... Estoy de acuerdo con Dirk, Yelena y Turista en lo referente a los topónimos. Creo que no tenemos por qué transliterarlos (por cierto, los idiomas eslavos o, por lo menos, los del alfabeto cirílico normalmente los topónimos los transcriben) causando en muchas ocasiones dificultades a la hora de pronunciación. Por ejemplo, el nombre de Kiev en versión original es prácticamente impronunciable para los hispanohablantes (Kyiv, por ponerlo de algún modo). Pienso que, además, otras naciones pueden gozar del privilegio de llamar y escribirlo en su propia lengua a su propia manera. Como los alemanes, por poner otro ejemplo, tienen todo el derecho del mundo llamar a Kalinigrado (¿o Kaliningrád?) Königsberg (¡sic, Dirk!). ¿Y acaso no suenan bonito Montenegro, Amberes, Costa de Marfil o hay que pronunciarlo en sus respectivos idiomas? Lo contrario sí que sería servilismo.
>Y en cuanto al resto de nombres propios, depende...
С детства во всех нас внедрялось отрицательное отношение к Борису Годунову, прежде всего из-за того, что он организорвал убийство малолетнего царевича Дмитрия в Угличе. Но нужно учитывать, что самые изуверские убийства в борьбе за власть в то время были совершенно нормальным явлением во всём мире, даже среди самых близких родственников, а Дмитрий для Бориса был никем, но, в то же время, самым опасным претендентом на корону. Скажем, почитаемый всеми нами, Ярослав Мудрый, в этом отношение был настоящим подонком и вероломным животным, так как лично был причастен к убийству своих братьев и при этом смог убедить всех, что это сделал другой его брат.
С другой стороны, можно сказать, что Борис, по крайней мере формально, был выбран в цари демократическим путём, а не узурпировал власть, так как его право на царствование было утвержденно Земским Собором.
Самое главное, что он был искусным и прогрессивным правителем и сделал много хорошего для развития тогдашней России.
Zar de Rusia
Al morir el zar Teodoro (7 de enero de 1598) sin dejar descendencia, la ambición y el instinto de supervivencia empujaron a Boris a apoderarse del trono. De no haber tomado dicha iniciativa, es probable que en el mejor de los casos su destino hubiera sido quedar confinado en un monasterio. Su elección fue propuesta por el Patriarca Job de Moscú, quien tenía la convicción que Boris poseía las cualidades apropiadas para poder gobernar en medio de las extremas dificultades de la situación existente. Sin embargo, Borís, solo aceptará el trono recién cuando se lo ofrece la Zemsky Sobor, o asamblea nacional, que se reúne el 17 de febrero, y que lo elige por decisión unánime el 21 de febrero. El 1 de septiembre Boris fue coronado zar en una ceremonia solemne.
Durante los primeros años de su reinado gozó de mucha popularidad, gobernó sabiamente y estableció un clima de prosperidad. Borís entendió la necesidad que tenía Rusia de crecer y alcanzar el progreso intelectual existente en Europa, y por ello fomentó numerosas reformas sociales y educativas. Fue el primer zar que importó gran cantidad de maestros extranjeros, el primero en enviar jóvenes rusos a recibir educación en otros países, y el primero en permitir que se construyeran iglesias luteranas en Rusia. Luego de ganar la guerra ruso–sueca (1590–1595), vio la necesidad de crear un acuerdo sobre el mar Báltico, e intentó anexionarse Livonia mediante gestiones diplomáticas. Cultivó buenas relaciones con los países escandinavos, con el objetivo de fomentar lazos de sangre con las casas reales de estos, y así aumentar la dignidad de su propia dinastía.
Indudablemente Borís fue uno de los más grandes zares de Rusia. Pero sus enormes cualidades se vieron opacadas por su personalidad desconfiada, que hacía que le fuera imposible tratar en forma cordial a aquellos que lo rodeaban. Su miedo a posibles pretendientes al trono lo indujo a prohibir que algunos de los más importantes boyardos contrajeran matrimonio. También promovió la existencia de informantes y persiguió a los sospechosos basado en la supuesta "información" obtenida por dichos medios. La familia Romanov sufrió especialmente a causa de este comportamiento. Tampoco aceptó una unión personal que le propuso en 1600 una misión diplomática encabezada por Lew Sapieha de la Mancomunidad de Polonia-Lituania. Borís falleció el 13 de abril/23, de 1605, de un paro cardíaco luego de una prolongada enfermedad, su hijo Teodoro II, lo sucedió durante unos pocos meses y luego fue asesinado, al igual que su viuda, por enemigos de los Godunovs en Moscú el 10 de junio/20 de julio de 1605. Su hijo primogénito Iván había nacido en 1587 y falleció en 1588, y su hija Xenia, nacida en 1582/1591, fue comprometida con Johann de Schleswig-Holstein, nacido el 9 de julio, de 1583 pero él falleció el 28 de octubre de 1602 poco tiempo antes de anunciar su casamiento y ella murió soltera el 30 de mayo, de 1622 siendo enterrada en el Monasterio de Santa Trinidad.
С другой стороны, можно сказать, что Борис, по крайней мере формально, был выбран в цари демократическим путём, а не узурпировал власть, так как его право на царствование было утвержденно Земским Собором.
Самое главное, что он был искусным и прогрессивным правителем и сделал много хорошего для развития тогдашней России.
Zar de Rusia
Al morir el zar Teodoro (7 de enero de 1598) sin dejar descendencia, la ambición y el instinto de supervivencia empujaron a Boris a apoderarse del trono. De no haber tomado dicha iniciativa, es probable que en el mejor de los casos su destino hubiera sido quedar confinado en un monasterio. Su elección fue propuesta por el Patriarca Job de Moscú, quien tenía la convicción que Boris poseía las cualidades apropiadas para poder gobernar en medio de las extremas dificultades de la situación existente. Sin embargo, Borís, solo aceptará el trono recién cuando se lo ofrece la Zemsky Sobor, o asamblea nacional, que se reúne el 17 de febrero, y que lo elige por decisión unánime el 21 de febrero. El 1 de septiembre Boris fue coronado zar en una ceremonia solemne.
Durante los primeros años de su reinado gozó de mucha popularidad, gobernó sabiamente y estableció un clima de prosperidad. Borís entendió la necesidad que tenía Rusia de crecer y alcanzar el progreso intelectual existente en Europa, y por ello fomentó numerosas reformas sociales y educativas. Fue el primer zar que importó gran cantidad de maestros extranjeros, el primero en enviar jóvenes rusos a recibir educación en otros países, y el primero en permitir que se construyeran iglesias luteranas en Rusia. Luego de ganar la guerra ruso–sueca (1590–1595), vio la necesidad de crear un acuerdo sobre el mar Báltico, e intentó anexionarse Livonia mediante gestiones diplomáticas. Cultivó buenas relaciones con los países escandinavos, con el objetivo de fomentar lazos de sangre con las casas reales de estos, y así aumentar la dignidad de su propia dinastía.
Indudablemente Borís fue uno de los más grandes zares de Rusia. Pero sus enormes cualidades se vieron opacadas por su personalidad desconfiada, que hacía que le fuera imposible tratar en forma cordial a aquellos que lo rodeaban. Su miedo a posibles pretendientes al trono lo indujo a prohibir que algunos de los más importantes boyardos contrajeran matrimonio. También promovió la existencia de informantes y persiguió a los sospechosos basado en la supuesta "información" obtenida por dichos medios. La familia Romanov sufrió especialmente a causa de este comportamiento. Tampoco aceptó una unión personal que le propuso en 1600 una misión diplomática encabezada por Lew Sapieha de la Mancomunidad de Polonia-Lituania. Borís falleció el 13 de abril/23, de 1605, de un paro cardíaco luego de una prolongada enfermedad, su hijo Teodoro II, lo sucedió durante unos pocos meses y luego fue asesinado, al igual que su viuda, por enemigos de los Godunovs en Moscú el 10 de junio/20 de julio de 1605. Su hijo primogénito Iván había nacido en 1587 y falleció en 1588, y su hija Xenia, nacida en 1582/1591, fue comprometida con Johann de Schleswig-Holstein, nacido el 9 de julio, de 1583 pero él falleció el 28 de octubre de 1602 poco tiempo antes de anunciar su casamiento y ella murió soltera el 30 de mayo, de 1622 siendo enterrada en el Monasterio de Santa Trinidad.
(вторая часть текста, первая внизу)
En otros casos, el traductor opta por un fraseologismo distinto, basado en una metáfora diferente que, en opinión del traductor, expresa el mismo tipo de significado contextual. Vlahov y Florin utilizan como ejemplo las expresiones idiomáticas que significan "ser afortunado". Estas son algunas de ellas:
Español: nacer con buena estrella
Italiano: essere nato con la camicia
Italiano: nascere sotto la buona stella
Francés: être né coiffé
Inglés: to be born with a silver spoon in one’s mouth
Inglés: thank one’s (lucky) stars
Inglés: to be born with a cowl on one’s head
Ruso: rodit´sja v soročke, v rubaške
Ruso: rodit´sja pod sčastlěvoj zvezdój
En un texto connotativo puede ser muy problemática la elección de un fraseologismo trasladante, porque el autor puede tener la intención de utilizar una metáfora determinada (como las estrellas o las camisas arriba mencionadas) que sea funcional para la red de referencias intratextuales y para los indicios voluntariamente diseminados por él para inducir al lector modelo a determinadas conjeturas, y la expresión que la sustituya podría variar radicalmente el tenor de la metáfora, despistando al lector del metatexto.
Si, por otra parte, lo que más cuenta es la traslación del significado denotativo, por ejemplo si se expresa la noción "nunca" mediante un fraseologismo, se pueden utilizar distintas metáforas sin mayor problema:
Alemán: wenn die Hunde mit dem Schwanz bellen (cuando los perros ladren con la cola)
Inglés: when the moon turns green (cuando la luna se vuelva verde)
Ruso: kogda rak na gore svistnet i ryba zapoet (cuando el cangrejo silbe en la montaña y los peces empiecen a cantar)
Búlgaro: koga se pokači svinja s ž´´lti čehli na kruša (cuando el cerdo con pantuflas amarillas trepe al peral)
Italiano: alle calende greche (para las calendas griegas)
Español: cuando las ranas críen pelo
Existe, además, la posibilidad de una traducción no fraseológica de un fraseologismo. Se prefiere esta opción cuando el significado denotativo del acto traductivo se elige como dominante y se está dispuesto a sacrificar el color expresivo, la fuerza del significado, la connotación y la forma aforística.
En el caso de la traducción no fraseológica, existen dos posibilidades: se puede optar por una traducción léxica o por un calco. La traducción léxica consiste en la explicitación mediante otras palabras del significado denotativo del fraseologismo, renunciando a los aspectos de estilo y connotación. En el caso del "yunque y el martillo", una traducción léxica podría ser "estar en una situación incómoda, de tensión".
A su vez, el calco es la traducción literal del fraseologismo a una cultura en la que tal forma no se identifica como expresión: en este caso, el lector de la cultura receptora percibe el fraseologismo como exótico y entiende el problema de interpretarlo de manera no literal, metafórica. El calco tiene la ventaja de preservar intactas todas las referencias de segundo grado, no denotativas, que en la estrategia de algunos escritores pueden tener una importancia esencial. Es cierto que la reconstrucción del significado denotativo se deja a la capacidad del lector de la cultura receptora, pero también lo es que la metáfora es un mecanismo semiótico esencial y primordial, que por lo tanto pertenece a todas las culturas.
En otros casos, el traductor opta por un fraseologismo distinto, basado en una metáfora diferente que, en opinión del traductor, expresa el mismo tipo de significado contextual. Vlahov y Florin utilizan como ejemplo las expresiones idiomáticas que significan "ser afortunado". Estas son algunas de ellas:
Español: nacer con buena estrella
Italiano: essere nato con la camicia
Italiano: nascere sotto la buona stella
Francés: être né coiffé
Inglés: to be born with a silver spoon in one’s mouth
Inglés: thank one’s (lucky) stars
Inglés: to be born with a cowl on one’s head
Ruso: rodit´sja v soročke, v rubaške
Ruso: rodit´sja pod sčastlěvoj zvezdój
En un texto connotativo puede ser muy problemática la elección de un fraseologismo trasladante, porque el autor puede tener la intención de utilizar una metáfora determinada (como las estrellas o las camisas arriba mencionadas) que sea funcional para la red de referencias intratextuales y para los indicios voluntariamente diseminados por él para inducir al lector modelo a determinadas conjeturas, y la expresión que la sustituya podría variar radicalmente el tenor de la metáfora, despistando al lector del metatexto.
Si, por otra parte, lo que más cuenta es la traslación del significado denotativo, por ejemplo si se expresa la noción "nunca" mediante un fraseologismo, se pueden utilizar distintas metáforas sin mayor problema:
Alemán: wenn die Hunde mit dem Schwanz bellen (cuando los perros ladren con la cola)
Inglés: when the moon turns green (cuando la luna se vuelva verde)
Ruso: kogda rak na gore svistnet i ryba zapoet (cuando el cangrejo silbe en la montaña y los peces empiecen a cantar)
Búlgaro: koga se pokači svinja s ž´´lti čehli na kruša (cuando el cerdo con pantuflas amarillas trepe al peral)
Italiano: alle calende greche (para las calendas griegas)
Español: cuando las ranas críen pelo
Existe, además, la posibilidad de una traducción no fraseológica de un fraseologismo. Se prefiere esta opción cuando el significado denotativo del acto traductivo se elige como dominante y se está dispuesto a sacrificar el color expresivo, la fuerza del significado, la connotación y la forma aforística.
En el caso de la traducción no fraseológica, existen dos posibilidades: se puede optar por una traducción léxica o por un calco. La traducción léxica consiste en la explicitación mediante otras palabras del significado denotativo del fraseologismo, renunciando a los aspectos de estilo y connotación. En el caso del "yunque y el martillo", una traducción léxica podría ser "estar en una situación incómoda, de tensión".
A su vez, el calco es la traducción literal del fraseologismo a una cultura en la que tal forma no se identifica como expresión: en este caso, el lector de la cultura receptora percibe el fraseologismo como exótico y entiende el problema de interpretarlo de manera no literal, metafórica. El calco tiene la ventaja de preservar intactas todas las referencias de segundo grado, no denotativas, que en la estrategia de algunos escritores pueden tener una importancia esencial. Es cierto que la reconstrucción del significado denotativo se deja a la capacidad del lector de la cultura receptora, pero también lo es que la metáfora es un mecanismo semiótico esencial y primordial, que por lo tanto pertenece a todas las culturas.
Papá Noel - su historia
El viejecito de ropas rojas y barba blanca que vemos en vísperas de Navidad en los centros comerciales de todo el mundo, se ha convertido en ícono cultural de la sociedad de consumo del tercer milenio. El mito del sonriente personaje que encanta a los niños, fue forjado a lo largo de los últimos diecisiete siglos, basado en la historia de un obispo que vivió en el siglo IV.
La ciudad de Mira, en el antiguo reino de Licia, actual territorio de Turquía, tuvo un prelado llamado Nicolás, célebre por la generosidad que mostró con los niños y con los pobres, y que fue perseguido y encarcelado por el emperador Diocleciano. Con la llegada de Constantino al trono de Bizancio —ciudad que con él se llamó Constantinopla—, Nicolás quedó en libertad y pudo participar en el Concilio de Nicea (325). A su muerte fue canonizado por la Iglesia católica con el nombre de san Nicolás.
Surgieron entonces innúmeras leyendas sobre milagros realizados por el santo en beneficio de los pobres y de los desamparados. Durante los primeros siglos después de su muerte, san Nicolás se tornó patrono de Rusia y de Grecia, así como de incontables sociedades benéficas y, también, de los niños, de las jóvenes solteras, de los marineros, de los mercaderes y de los prestamistas.
Ya desde el siglo VI, se habían venido erigiendo numerosas iglesias dedicadas al santo, pero esta tendencia quedó interrumpida con la Reforma, cuando el culto a san Nicolás desapareció de toda la Europa protestante, excepto de Holanda, donde se lo llamaba Sinterklaas (una forma de san Nicolás en neerlandés).
En Holanda la leyenda de Sinterklaas se fusionó con antiguas historias nórdicas sobre un mítico mago que andaba en un trineo tirado por renos, que premiaba con regalos a los niños buenos y castigaba a los que se portaban mal.
En el siglo XI, mercaderes italianos que pasaban por Mira robaron reliquias de san Nicolás y las llevaron a Bari, con lo que esa ciudad italiana, donde el santo nunca había puesto los pies, se convirtió en centro de devoción y peregrinaje, al punto de que hoy el santo es conocido como san Nicolás de Bari.
En el siglo XVII, emigrantes holandeses llevaron la tradición de Sinterklaas a los Estados Unidos, cuyos habitantes anglófonos adaptaron el nombre a Santa Claus, más fácil de pronunciar para ellos, y crearon una nueva leyenda, que acabó de cristalizar en el siglo XIX, sobre un anciano alegre y bonachón que en Navidad recorre el mundo en su trineo, distribuyendo regalos.
En los Estados Unidos, Santa Claus se convirtió rápidamente en símbolo de la Navidad, en estímulo de las fantasías infantiles y, sobre todo, en ícono del comercio de regalos navideños, que anualmente moviliza miles de millones de dólares.
Esta tradición no demoró en cruzar nuevamente el Atlántico, ahora remozada, y en extenderse hacia varios países europeos, en algunos de los cuales Santa Claus cambió de nombre. En el Reino Unido se le llamó Father Christmas (papá Navidad); en Francia fue traducido a Père Noël (con el mismo significado), nombre del cual los españoles tradujeron sólo la mitad, para adoptar Papá Noel, que se extendió rápidamente a América Latina.
La ciudad de Mira, en el antiguo reino de Licia, actual territorio de Turquía, tuvo un prelado llamado Nicolás, célebre por la generosidad que mostró con los niños y con los pobres, y que fue perseguido y encarcelado por el emperador Diocleciano. Con la llegada de Constantino al trono de Bizancio —ciudad que con él se llamó Constantinopla—, Nicolás quedó en libertad y pudo participar en el Concilio de Nicea (325). A su muerte fue canonizado por la Iglesia católica con el nombre de san Nicolás.
Surgieron entonces innúmeras leyendas sobre milagros realizados por el santo en beneficio de los pobres y de los desamparados. Durante los primeros siglos después de su muerte, san Nicolás se tornó patrono de Rusia y de Grecia, así como de incontables sociedades benéficas y, también, de los niños, de las jóvenes solteras, de los marineros, de los mercaderes y de los prestamistas.
Ya desde el siglo VI, se habían venido erigiendo numerosas iglesias dedicadas al santo, pero esta tendencia quedó interrumpida con la Reforma, cuando el culto a san Nicolás desapareció de toda la Europa protestante, excepto de Holanda, donde se lo llamaba Sinterklaas (una forma de san Nicolás en neerlandés).
En Holanda la leyenda de Sinterklaas se fusionó con antiguas historias nórdicas sobre un mítico mago que andaba en un trineo tirado por renos, que premiaba con regalos a los niños buenos y castigaba a los que se portaban mal.
En el siglo XI, mercaderes italianos que pasaban por Mira robaron reliquias de san Nicolás y las llevaron a Bari, con lo que esa ciudad italiana, donde el santo nunca había puesto los pies, se convirtió en centro de devoción y peregrinaje, al punto de que hoy el santo es conocido como san Nicolás de Bari.
En el siglo XVII, emigrantes holandeses llevaron la tradición de Sinterklaas a los Estados Unidos, cuyos habitantes anglófonos adaptaron el nombre a Santa Claus, más fácil de pronunciar para ellos, y crearon una nueva leyenda, que acabó de cristalizar en el siglo XIX, sobre un anciano alegre y bonachón que en Navidad recorre el mundo en su trineo, distribuyendo regalos.
En los Estados Unidos, Santa Claus se convirtió rápidamente en símbolo de la Navidad, en estímulo de las fantasías infantiles y, sobre todo, en ícono del comercio de regalos navideños, que anualmente moviliza miles de millones de dólares.
Esta tradición no demoró en cruzar nuevamente el Atlántico, ahora remozada, y en extenderse hacia varios países europeos, en algunos de los cuales Santa Claus cambió de nombre. En el Reino Unido se le llamó Father Christmas (papá Navidad); en Francia fue traducido a Père Noël (con el mismo significado), nombre del cual los españoles tradujeron sólo la mitad, para adoptar Papá Noel, que se extendió rápidamente a América Latina.
El primer escollo del traductor es reconocer los fraseologismos. Si esto no sucede, se traducen interpretando el significado de cada palabra al pie de la letra, con resultados cuanto menos dudosos. El traductor está siempre al acecho de los pasajes marcados, desarrolla una sensibilidad especial que le permite, al menos idealmente, detenerse a meditar sobre una formulación inusual aunque nunca se haya cruzado con esa expresión fraseológica en particular.
Una vez identificada la expresión, la siguiente dificultad es descodificarla. Todos los autores concuerdan en que los diccionarios no son siempre instrumentos fiables para este cometido. En primer lugar, no contienen todos los fraseologismos, primero porque todos los días aparece alguno nuevo, y segundo porque los diccionarios tienen una capacidad limitada y no pueden contenerlo todo. El segundo problema es la identificación de los fraseologismos bajo una voz determinada: "estar entre el yunque y el martillo" puede encontrarse bajo las voces "entre", "yunque", "martillo" o "estar", aunque sin duda, si está presente bajo una entrada estará ausente de todas las demás, pues de lo contrario el diccionario sería excesivamente redundante (un mínimo de redundancia es fisiológico y funcional para la comunicación eficaz, para cubrir los "baches" producidos por el ruido físico y/o semiótico).
Este último problema se puede superar fácilmente si se dispone de la versión en CD del diccionario y el software de gestión de datos del mismo permite la búsqueda por "índice de formas". Por ejemplo, si se busca "yunque" en el Diccionario de la Real Academia aparecen las siguientes palabras relacionadas: bigorneta, bigornia, cabruñar, cepo, estampar, estribo, lenticular, macho, martillo, tas", y ninguna de ellas es la que interesa.
El tercer problema es el uso de diccionarios bilingües. En este caso, las soluciones que ofrecen no son la explicación del sentido de los fraseologismos que, en opinión del compilador, deberían servir para traducirlos a otro idioma. Como nunca hay una buena coincidencia de significado entre los fraseologismos, existe un elevado riego de hallar otros que tengan metáforas distintas y que no se adecuen en absoluto a casos específicos.
Una vez reconocida y comprendida la expresión fraseológica, aún queda trabajo por hacer, es más, podría decirse que la labor apenas ha empezado. El problema es encontrar una expresión trasladante.
En los casos más afortunados, en las dos culturas se ha formado el mismo fraseologismo basado en la misma metáfora. Es el caso del ejemplo antes mencionado, "estar entre el yunque y el martillo", que también existe:
en italiano: trovarsi tra l’incudine e il martello
en francés: entre l’enclume et le marteau
en ruso: meždu molotom i nakoval´nej
en alemán: zwischen Hammer und Amboss
en búlgaro: meždu čuk i nakovalnja2
y en muchos otros idiomas, supongo. Este tipo de traducción se puede realizar en casos infrecuentes, cuando se presenta la oportunidad y cuando el fraseologismo no tiene una connotación específica de la cultura (de lo contrario se perdería, formando una pérdida semántica).
Una vez identificada la expresión, la siguiente dificultad es descodificarla. Todos los autores concuerdan en que los diccionarios no son siempre instrumentos fiables para este cometido. En primer lugar, no contienen todos los fraseologismos, primero porque todos los días aparece alguno nuevo, y segundo porque los diccionarios tienen una capacidad limitada y no pueden contenerlo todo. El segundo problema es la identificación de los fraseologismos bajo una voz determinada: "estar entre el yunque y el martillo" puede encontrarse bajo las voces "entre", "yunque", "martillo" o "estar", aunque sin duda, si está presente bajo una entrada estará ausente de todas las demás, pues de lo contrario el diccionario sería excesivamente redundante (un mínimo de redundancia es fisiológico y funcional para la comunicación eficaz, para cubrir los "baches" producidos por el ruido físico y/o semiótico).
Este último problema se puede superar fácilmente si se dispone de la versión en CD del diccionario y el software de gestión de datos del mismo permite la búsqueda por "índice de formas". Por ejemplo, si se busca "yunque" en el Diccionario de la Real Academia aparecen las siguientes palabras relacionadas: bigorneta, bigornia, cabruñar, cepo, estampar, estribo, lenticular, macho, martillo, tas", y ninguna de ellas es la que interesa.
El tercer problema es el uso de diccionarios bilingües. En este caso, las soluciones que ofrecen no son la explicación del sentido de los fraseologismos que, en opinión del compilador, deberían servir para traducirlos a otro idioma. Como nunca hay una buena coincidencia de significado entre los fraseologismos, existe un elevado riego de hallar otros que tengan metáforas distintas y que no se adecuen en absoluto a casos específicos.
Una vez reconocida y comprendida la expresión fraseológica, aún queda trabajo por hacer, es más, podría decirse que la labor apenas ha empezado. El problema es encontrar una expresión trasladante.
En los casos más afortunados, en las dos culturas se ha formado el mismo fraseologismo basado en la misma metáfora. Es el caso del ejemplo antes mencionado, "estar entre el yunque y el martillo", que también existe:
en italiano: trovarsi tra l’incudine e il martello
en francés: entre l’enclume et le marteau
en ruso: meždu molotom i nakoval´nej
en alemán: zwischen Hammer und Amboss
en búlgaro: meždu čuk i nakovalnja2
y en muchos otros idiomas, supongo. Este tipo de traducción se puede realizar en casos infrecuentes, cuando se presenta la oportunidad y cuando el fraseologismo no tiene una connotación específica de la cultura (de lo contrario se perdería, formando una pérdida semántica).
España-Rusia Fin del año dual
La Gala de las estrellas del ballet ruso pone el final español a un programa de más de 350 actividades ce.le.bra.das entre España y Rusia durante 2011. De esa colaboración han surgido citas culturales imprescindibles como la exposición de Obras maestras del Museo del Prado en el Museo Ermitage de San Petersburgo (febrero) y su espejo: la muestra Tesoros del Ermitage en el Prado (noviembre). En septiembre, la obra de Salvador Dalí se instaló en el museo Pushkin de Moscú y el viernes el Bolshói acogerá la última actuación de la gira del Ballet Nacional de España con las obras "Dualia" y "La leyenda" en lo que será la clausura rusa del año dual y a la que acudirá la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.
Los Reyes de España presidieron la velada, a la que también acudieron Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores en funciones; Alexander Zhukov, viceprimer ministro de la Federación de Rusia; Alexander Kuznetsov, embajador ruso en Madrid; Luis Felipe Fernández de la Peña, embajador español en Moscú; Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid; así como Gregorio Marañón, presidente de la Fundación del Teatro Real, y Miguel Muñiz, director del teatro, entre otros.
Anoche quedó demostrado que la técnica y la pasión que la escuela rusa le imprimió al ballet clásico desde el siglo XVIII han sabido modernizarse y sortear todas las pruebas que la historia ha puesto en su camino. Nombres como Svetlana Zakharova, Yevgeny Ivanchenko, Filipp Stepin, Natalia Osipova, Ivan Vasiliev, Elena Yevseeva, Yuri Smekalov, Anastasia Matvienko y Denis Matvienko, entre otros, probaron ampliamente que el alma eslava es una de las más dotadas para la disciplina, el sacrificio y la emoción pura imprescindibles para convertir en sublime un arte basado, fundamentalmente, en el sufrimiento del cuerpo.
El programa comenzó con el paso a dos clásico con música de Chaikovski y coreografía de Balanchine interpretado por Viktoria Tereshkina y Semyon Chudin. Fueron especialmente emocionantes el paso a dos de "El Corsario de Petipa", interpretado por Anastasia y Denis Matvienko, un bailarín con un giro y una flexibilidad prodigiosas que levantaron la primera ovación unánime de un público tal vez demasiado predispuesto al aplauso compulsivo. "Aguas de primavera", con música de Rachmaninov y coreografía de Messerer, fue puesta en pie por Elena Yevseeva y Yuri Smekalov. "Serenata" con coreografía del italiano Mauro Bigonzetti e interpretada por Natalia Osipova e Ivan Vasiliev resultó ser el claro ejemplo de que los grandes teatros de la tradición clásica pueden adentrarse en los agitados océanos de la danza contemporánea con fuerza y determinación. Aunque "Relevations" con la música de John Williams compuesta originalmente para la película "La lista de Schindler" resultó una apuesta un tanto comercial y traída por los pelos para una gala de estas características. Osipova y Vasiliev, acompañados por las bailarinas del cuerpo de baile del Bolshói, se encargaron de un final un tanto predecible: el "Grand Pas de Don Quijote", pero ejecutado con un nivel de técnica y perfección tales que hacen pensar que es en el canon clásico donde se desenvuelven con todo lo que saben y tienen para ofrecer.
Las escenografías de Vyacheslav Okunev y Alexander Klevetenko resultaron eficaces con la simplicidad de unos cicloramas enmarcados con dibujos de maderas doradas sobre los que se proyectaban pinturas clásicas que hacían recordar aquella película de Akira Kurosawa "Los sueños" en la que los personajes evolucionaban dentro de cuadros soñados por el director japonés.
Todos aquellos que no pudieron asistir a la función, tienen la oportunidad de ver a partir de hoy los mejores momentos de esa noche a través de Palco Digital del Teatro Real (www.palcodigital.com).
Los Reyes de España presidieron la velada, a la que también acudieron Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores en funciones; Alexander Zhukov, viceprimer ministro de la Federación de Rusia; Alexander Kuznetsov, embajador ruso en Madrid; Luis Felipe Fernández de la Peña, embajador español en Moscú; Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid; así como Gregorio Marañón, presidente de la Fundación del Teatro Real, y Miguel Muñiz, director del teatro, entre otros.
Anoche quedó demostrado que la técnica y la pasión que la escuela rusa le imprimió al ballet clásico desde el siglo XVIII han sabido modernizarse y sortear todas las pruebas que la historia ha puesto en su camino. Nombres como Svetlana Zakharova, Yevgeny Ivanchenko, Filipp Stepin, Natalia Osipova, Ivan Vasiliev, Elena Yevseeva, Yuri Smekalov, Anastasia Matvienko y Denis Matvienko, entre otros, probaron ampliamente que el alma eslava es una de las más dotadas para la disciplina, el sacrificio y la emoción pura imprescindibles para convertir en sublime un arte basado, fundamentalmente, en el sufrimiento del cuerpo.
El programa comenzó con el paso a dos clásico con música de Chaikovski y coreografía de Balanchine interpretado por Viktoria Tereshkina y Semyon Chudin. Fueron especialmente emocionantes el paso a dos de "El Corsario de Petipa", interpretado por Anastasia y Denis Matvienko, un bailarín con un giro y una flexibilidad prodigiosas que levantaron la primera ovación unánime de un público tal vez demasiado predispuesto al aplauso compulsivo. "Aguas de primavera", con música de Rachmaninov y coreografía de Messerer, fue puesta en pie por Elena Yevseeva y Yuri Smekalov. "Serenata" con coreografía del italiano Mauro Bigonzetti e interpretada por Natalia Osipova e Ivan Vasiliev resultó ser el claro ejemplo de que los grandes teatros de la tradición clásica pueden adentrarse en los agitados océanos de la danza contemporánea con fuerza y determinación. Aunque "Relevations" con la música de John Williams compuesta originalmente para la película "La lista de Schindler" resultó una apuesta un tanto comercial y traída por los pelos para una gala de estas características. Osipova y Vasiliev, acompañados por las bailarinas del cuerpo de baile del Bolshói, se encargaron de un final un tanto predecible: el "Grand Pas de Don Quijote", pero ejecutado con un nivel de técnica y perfección tales que hacen pensar que es en el canon clásico donde se desenvuelven con todo lo que saben y tienen para ofrecer.
Las escenografías de Vyacheslav Okunev y Alexander Klevetenko resultaron eficaces con la simplicidad de unos cicloramas enmarcados con dibujos de maderas doradas sobre los que se proyectaban pinturas clásicas que hacían recordar aquella película de Akira Kurosawa "Los sueños" en la que los personajes evolucionaban dentro de cuadros soñados por el director japonés.
Todos aquellos que no pudieron asistir a la función, tienen la oportunidad de ver a partir de hoy los mejores momentos de esa noche a través de Palco Digital del Teatro Real (www.palcodigital.com).
http://www.codigovenezuela.com/2012/03/opinion/antonio-itriago/el-publico-de-la-capital-no-era-distinto-del-del-resto-de-la-republica
El público de la capital no era distinto del del resto de la República
Si coinciden dos secuencias de la preposición de y el artículo el se escriben con normalidad las dos contracciones consecutivas
La norma ortográfica del español solo admite hoy en la escritura la amalgama de las preposiciones a y de con la forma el del artículo, lo que da lugar a las contracciones al(˂ a el) y del (˂ de el). Esta fusión gráfica es obligada, de modo que resulta incorrecto escribir las secuencias “de el” y “a el”, salvo cuando el artículo el que sigue a estas preposiciones forma parte de un nombre propio, caso en el que dicho artículo se escribe con mayúscula inicial y, por tanto, no se produce contracción en la escritura: «Yo no dije nada de mis dos vestidos de El Corte Inglés» (Dou Luna [Ven. 2002]).
“Si en un enunciado coinciden dos secuencias consecutivas de la preposición de y el artículo el, se venía recomendando hasta ahora realizar la contracción solo en una de ellas (preferentemente en la segunda), lo que daba lugar a las combinaciones gráficas de el del o del de el; no obstante, el uso culto parece no seguir esa recomendación −que instauraba una excepción a la regla general basada en cuestiones estéticas antes que lingüísticas– y hoy se escriben con normalidad las dos contracciones consecutivas cuando el texto lo requiere. Debido a ello, se considera preferible eliminar la excepción anterior y realizar ambas amalgamas gráficas en estos contextos: / «El lector modelo diseñado por Clarín es diferente del del mundo militar» (Escudero Malvinas [Arg. 1996]) (…) / «El público de la capital no era distinto del del resto de la República» (Paranaguá Ripstein [Méx. 1997])”.
“No obstante, de forma excepcional, pueden aparecer en textos literarios otras contracciones con las que se transcriben algunos fenómenos de amalgama propios del habla popular o rural, como recurso para la caracterización de personajes: / (…) «Oye, no me la habrá dejao embarazada el pistolero este. Era lo que me faltaba pal duro» (ASantos Estanquera [Esp. 1981]) / «Margarita no tenía padre. −Se fue pa’l norte− decía si alguna vez s[e] le preguntaba» (González Dios [Méx. 1999]). / «Y como ellos viven en el mismo camino pa’cá pal templo» (Paz Paraíso [Cuba 1976]).
Como se ve en los dos últimos ejemplos, para marcar este tipo de contracciones –tanto en estos casos como en ediciones de textos antiguo−, se recurre a menudo al empleo del apóstrofo”.
Referencias Bibliográficas
Ortografía de la lengua española. RAE, ASALE (2010). Págs. 563 y 564. Subrayados y negrillas no figuran en el texto de referencia. Antonio L. Itriago M. Caracas, 22-3-2012.
El público de la capital no era distinto del del resto de la República
Si coinciden dos secuencias de la preposición de y el artículo el se escriben con normalidad las dos contracciones consecutivas
La norma ortográfica del español solo admite hoy en la escritura la amalgama de las preposiciones a y de con la forma el del artículo, lo que da lugar a las contracciones al(˂ a el) y del (˂ de el). Esta fusión gráfica es obligada, de modo que resulta incorrecto escribir las secuencias “de el” y “a el”, salvo cuando el artículo el que sigue a estas preposiciones forma parte de un nombre propio, caso en el que dicho artículo se escribe con mayúscula inicial y, por tanto, no se produce contracción en la escritura: «Yo no dije nada de mis dos vestidos de El Corte Inglés» (Dou Luna [Ven. 2002]).
“Si en un enunciado coinciden dos secuencias consecutivas de la preposición de y el artículo el, se venía recomendando hasta ahora realizar la contracción solo en una de ellas (preferentemente en la segunda), lo que daba lugar a las combinaciones gráficas de el del o del de el; no obstante, el uso culto parece no seguir esa recomendación −que instauraba una excepción a la regla general basada en cuestiones estéticas antes que lingüísticas– y hoy se escriben con normalidad las dos contracciones consecutivas cuando el texto lo requiere. Debido a ello, se considera preferible eliminar la excepción anterior y realizar ambas amalgamas gráficas en estos contextos: / «El lector modelo diseñado por Clarín es diferente del del mundo militar» (Escudero Malvinas [Arg. 1996]) (…) / «El público de la capital no era distinto del del resto de la República» (Paranaguá Ripstein [Méx. 1997])”.
“No obstante, de forma excepcional, pueden aparecer en textos literarios otras contracciones con las que se transcriben algunos fenómenos de amalgama propios del habla popular o rural, como recurso para la caracterización de personajes: / (…) «Oye, no me la habrá dejao embarazada el pistolero este. Era lo que me faltaba pal duro» (ASantos Estanquera [Esp. 1981]) / «Margarita no tenía padre. −Se fue pa’l norte− decía si alguna vez s[e] le preguntaba» (González Dios [Méx. 1999]). / «Y como ellos viven en el mismo camino pa’cá pal templo» (Paz Paraíso [Cuba 1976]).
Como se ve en los dos últimos ejemplos, para marcar este tipo de contracciones –tanto en estos casos como en ediciones de textos antiguo−, se recurre a menudo al empleo del apóstrofo”.
Referencias Bibliográficas
Ortografía de la lengua española. RAE, ASALE (2010). Págs. 563 y 564. Subrayados y negrillas no figuran en el texto de referencia. Antonio L. Itriago M. Caracas, 22-3-2012.
>EL VIAJANTE написал:
>--------------
>Времена меняются. Это архаизм. Никто так не говорит.
Турист, ты в своих суждениях частенько перебор делаешь, как настоящий стахановец... или как вот этот испанский судья:
—No salgo de mi sorpresa —me dijo—, pero, mira, te voy a decir... Soy muy cscéptico con estas medidas... Va a romper Chile otra vez en dos.
El juez español era demasiado conocido para que le diera detalles de su personalidad, de todo cuanto se decía de él, en la prensa y en los corrillos de las clases dirigentes, de su protagonismo casi psiquiátrico, de su sorprendente entrada y de su intempestiva salida de la política española, de mano de los socialistas, de la mano directa de Felipe González. Según prédicas de sus enemigos, sus instrucciones judiciales estaban siempre llenas de defectos que terminaban perjudicando cada uno de los procesos en los que trabajaba. Pero era inflexible. Como Lerma, pensé. Y un ESTAJANOVISTA de la magistratura. Creía en la justicia que impartía.
—¿Y...?—preguntó Otciza.
—No hay un delincuente en el mundo que no lo haya condenado a muerte —apostillé—. Los de ETA, los del GAL, los financieros corruptos a los que ha procesado, los narcotraficantes... ;no es una garantía? Pinochet lo va a pasar mal.
Juan Jesús Armas Marcelo, Al Sur de la Resurrección, 2006
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Diccionario de la Real Academia Española:
estajanovismo.
(De A. G. Stajanov, 1906-1977, minero soviético, que batió el récord de extracción de carbón).
1. m. Método ideado para aumentar la productividad laboral, basado en la iniciativa de los trabajadores.
estajanovista.
1. adj. Perteneciente o relativo al estajanovismo.
2. com. Partidario del estajanovismo.
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Diccionario de uso del español de María Moliner:
estajanovismo
estajanovismo (de "A. G. Stajanov", minero ruso que superó todas las marcas de producción) m. Doctrina de origen soviético que pretende incrementar la productividad laboral incentivando a los trabajadores.
estajanovista
estajanovista adj. Del estajanovismo. adj. y n. Partidario del estajanovismo.
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Ejempols:
También habló el conseller de Universitats, Manel Balcells, quien dijo que asume con "ilusión personal" su puesto y mostró una actitud ESTAJANOVISTA al recalcar su "total disposición al trabajo, trabajo y trabajo".
(La Vanguardia, 2006-04-22)
A contracorriente
Jesús Ibáñez, 1997
Ya los humanos no somos valorados por nuestra competencia productiva (no se valora la cantidad del ESTAJANOVISTA ni la calidad de la "cosa bien hecha"), sino por el modo que tenemos de consumir y divertirnos: todos somos empujados a mirarnos en el espejo del Playboy, y ya no en el del sabio o en del santo.
La Imagen de la Mujer y Su Proyección en la Literatura, la sociedad y la historia
Mercedes González de Sande, 2010
Según Irene Maria Scalise (2008), periodista de “La Repubblica”, “la Carrà es una ESTAJANOVISTA de la danza, un soldado del punta-tacón, una severa educadora de sí misma. Es una extraordinaria vendedora a lo largo y ancho del mundo de de format espectaculares con el centro en ella, siempre y sólo en ella, la Raffa nacional-popular”.
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