Cлово или словосочетание на русском или испанском
Спросить ChatGPT
Книги и аудиокниги на испанском
Спросить ChatGPT
Найдено результатов: 13 (38 ms)
Cómo evitar ser necio?
«Nos encontramos, pues, con la misma diferencia que eternamente existe entre el tonto y el perspicaz. El perspicaz se sorprende a sí mismo siempre a dos dedos de ser tonto; por ello hace un esfuerzo para escapar a la inminente tontería, y en ese esfuerzo consiste la inteligencia».
«El tonto, en cambio, no se sospecha a sí mismo: se parece sensatísimo, y de ahí la envidiable tranquilidad con que el necio se instala en su propia torpeza. Como esos insectos que no hay manera de extraer fuera del orificio en que habitan, no hay modo de desalojar al tonto de su tontería, llevarle de paseo un rato más allá de su ceguera y obligarle a que contraste su torpe visión habitual con otros modos de ver más sutiles».
«El tonto es vitalicio y sin poros. Por eso decía Anatole France que un necio es mucho más funesto que un malvado. Porque el malvado descansa algunas veces; el necio jamás».
Estas reflexiones de Ortega y Gasset resultan muy interesantes para todos, porque todos tenemos algo de necedad, y sobre todo porque sólo demostramos ser inteligentes cuando sabemos advertirla y escapar de ella con normalidad. Nos manifestamos inteligentes precisamente cuando advertimos que con nuestras intuiciones totalmente previsibles, con nuestra aburrida reiteración de prejuicios y estereotipos, con nuestra incapacidad para cambiar de punto de vista sobre las personas o los asuntos, o con nuestro ridículo empeño en aparecer como personas más documentadas e inteligentes de lo que somos, lo que demostramos en realidad con todo eso es que no hemos advertido que estábamos a dos dedos de ser tontos, o que lo hemos advertido pero no hemos sabido parar a tiempo.
Muy inteligentes pero tontos de remate
Todos incubamos necedad, y quizá debemos seguir el consejo de Ortega y atrevernos a dar un paseo más allá de nuestras seguridades, esforzarnos por contrastar nuestra visión de las cosas con las de otras personas, a las que quizá hasta ahora hemos menospreciado sin molestarnos mucho en entenderlas.
Ser tonto no es tener mayor o menor coeficiente intelectual. Todos conocemos personas con un CI modesto pero con una enorme sensatez. Y personas supuestamente muy inteligentes pero tan engreídas que son verdaderamente tontas. Los tontos han llegado a serlo a base de repetir actuaciones en las que les ciega una vanidad tonta, una susceptibilidad necia, una suficiencia estúpida o una envidia torpe.
Todos tenemos limitaciones, y demostramos inteligencia al advertirlas y procurar aceptarlas y superarlas poco a poco. El tonto, en cambio, no las advierte, y si las advierte, intenta disimularlas a todo trance, y eso nunca sale bien.
Contra tontería veracidad
Para no hacer el tonto, lo primero es estar dispuestos a reconocer la verdad de las cosas. "No conozco otro modo de extirpar un defecto o un vicio personal que declararlo y ponerlo sobre la mesa de la sinceridad", escribió Gregorio Marañón. Si somos sinceros advertiremos que con demasiada frecuencia nos empeñamos en mantener nuestra opinión aunque sea manifiestamente mejorable, o queremos aparentar una seguridad que no tenemos y hacemos entonces el ridículo más espantoso, o estamos demasiado pendientes de nuestro rango y resultamos patéticos.
Ser tonto tiene mucho que ver con el prejuicio y el estereotipo, pues ambos son jubilaciones del esfuerzo por pensar. Enjuiciamos todo con arreglo a lo que nos cae bien, a nuestra intuición quizá un poco apolillada por manías y obstinaciones. Nos dejamos llevar por antojos intelectuales que conducen a la ofuscación y a la terquedad. Permitimos que las ideas fijas sustituyan al pensamiento abierto y libre. Perdemos así la lozanía mental y nos aproximamos paso a paso al problema de ser tonto.
«El tonto, en cambio, no se sospecha a sí mismo: se parece sensatísimo, y de ahí la envidiable tranquilidad con que el necio se instala en su propia torpeza. Como esos insectos que no hay manera de extraer fuera del orificio en que habitan, no hay modo de desalojar al tonto de su tontería, llevarle de paseo un rato más allá de su ceguera y obligarle a que contraste su torpe visión habitual con otros modos de ver más sutiles».
«El tonto es vitalicio y sin poros. Por eso decía Anatole France que un necio es mucho más funesto que un malvado. Porque el malvado descansa algunas veces; el necio jamás».
Estas reflexiones de Ortega y Gasset resultan muy interesantes para todos, porque todos tenemos algo de necedad, y sobre todo porque sólo demostramos ser inteligentes cuando sabemos advertirla y escapar de ella con normalidad. Nos manifestamos inteligentes precisamente cuando advertimos que con nuestras intuiciones totalmente previsibles, con nuestra aburrida reiteración de prejuicios y estereotipos, con nuestra incapacidad para cambiar de punto de vista sobre las personas o los asuntos, o con nuestro ridículo empeño en aparecer como personas más documentadas e inteligentes de lo que somos, lo que demostramos en realidad con todo eso es que no hemos advertido que estábamos a dos dedos de ser tontos, o que lo hemos advertido pero no hemos sabido parar a tiempo.
Muy inteligentes pero tontos de remate
Todos incubamos necedad, y quizá debemos seguir el consejo de Ortega y atrevernos a dar un paseo más allá de nuestras seguridades, esforzarnos por contrastar nuestra visión de las cosas con las de otras personas, a las que quizá hasta ahora hemos menospreciado sin molestarnos mucho en entenderlas.
Ser tonto no es tener mayor o menor coeficiente intelectual. Todos conocemos personas con un CI modesto pero con una enorme sensatez. Y personas supuestamente muy inteligentes pero tan engreídas que son verdaderamente tontas. Los tontos han llegado a serlo a base de repetir actuaciones en las que les ciega una vanidad tonta, una susceptibilidad necia, una suficiencia estúpida o una envidia torpe.
Todos tenemos limitaciones, y demostramos inteligencia al advertirlas y procurar aceptarlas y superarlas poco a poco. El tonto, en cambio, no las advierte, y si las advierte, intenta disimularlas a todo trance, y eso nunca sale bien.
Contra tontería veracidad
Para no hacer el tonto, lo primero es estar dispuestos a reconocer la verdad de las cosas. "No conozco otro modo de extirpar un defecto o un vicio personal que declararlo y ponerlo sobre la mesa de la sinceridad", escribió Gregorio Marañón. Si somos sinceros advertiremos que con demasiada frecuencia nos empeñamos en mantener nuestra opinión aunque sea manifiestamente mejorable, o queremos aparentar una seguridad que no tenemos y hacemos entonces el ridículo más espantoso, o estamos demasiado pendientes de nuestro rango y resultamos patéticos.
Ser tonto tiene mucho que ver con el prejuicio y el estereotipo, pues ambos son jubilaciones del esfuerzo por pensar. Enjuiciamos todo con arreglo a lo que nos cae bien, a nuestra intuición quizá un poco apolillada por manías y obstinaciones. Nos dejamos llevar por antojos intelectuales que conducen a la ofuscación y a la terquedad. Permitimos que las ideas fijas sustituyan al pensamiento abierto y libre. Perdemos así la lozanía mental y nos aproximamos paso a paso al problema de ser tonto.
Tentativa de corrección absurda, ya que, aunque puedo reconocer lo que no es idiomático, no conozco bien el idioma original y, por lo tanto, no puedo enmendar los errores de traducción. Pero todo sea por ayudar al prójimo (o esa es la intención).
“[...] Uno de los lugares más bellos y misteriosos del parque es el antro de Gromova. El fue ahuecado en la roca. Atrae la atención una inscripción en la pared: “Deja aquí la memoría sobre la desgracia y acepta la felicidad. Si estás feliz, estarás más feliz.” No menos interesante es la escultura de “La Serpiente”. Según una leyenda la serpiente se tragó los pajarillos y su madre y después de eso se convirtió en la piedra. Y hoy en día ella se queda allá con la boca abierta.”
Uno de los lugares más bellos y misteriosos del parque es la cueva de Gromova. Cavada en la roca, en su entrada hay una curiosa inscripción: “Deja tus malos recuerdos aquí y sé feliz. Si ya eres feliz, lo serás todavía más”. No menos interesante es la escultura de La serpiente, cuya leyenda cuenta que, después de que se comiera a un pájaro y a sus polluelos, quedó petrificada con la boca aún abierta.
”Como el adorno del parque es una gran cascada de agua creada por la naturaleza y el hombre a la vez. Bajo de la cascada se puede ver un túnel. Se dicen que si una chica quiere saber cuando se case, tiene que pasar por ese túnel. Tantas gotas que caen significara en cuantos años se casará.”
Otro ornamento del parque es una gran cascada natural que fue modificada artificialmente. Tras la cascada hay un túnel en el que, dicen, las jóvenes pueden saber cuántos años faltan para que se casen contando las gotas que caen [¿sobre ellas? ¿Que oyen caer?].
”Cada año muchos turistas visitan el parque para disfrutar de la sinfonía del cuento. Es muy agradable de pasear por las alamedas umbrosas, sentarse cerca de los estanques, contemplar las cascadas, entrar en los antros fríos, pasear en barcos. La gente de edad puede estar sentada en los bancos cómodos, acordarse del pasado y pensar en lo sobrevivido. También hay muchas atracciones para la juventud y los niños aquí. Y los enamorados hacen una declaración amorosa en el parque como hace dos cientos años.”
Cada año, son muchos los turistas que visitan el parque para disfrutar de sus encantos, y resulta muy agradable pasear bajo la sombra de las alamedas, sentarse junto a los estanques, contemplar las cascadas, internarse en las frescas cuevas o dar un paseo en barca.
“[...] Uno de los lugares más bellos y misteriosos del parque es el antro de Gromova. El fue ahuecado en la roca. Atrae la atención una inscripción en la pared: “Deja aquí la memoría sobre la desgracia y acepta la felicidad. Si estás feliz, estarás más feliz.” No menos interesante es la escultura de “La Serpiente”. Según una leyenda la serpiente se tragó los pajarillos y su madre y después de eso se convirtió en la piedra. Y hoy en día ella se queda allá con la boca abierta.”
Uno de los lugares más bellos y misteriosos del parque es la cueva de Gromova. Cavada en la roca, en su entrada hay una curiosa inscripción: “Deja tus malos recuerdos aquí y sé feliz. Si ya eres feliz, lo serás todavía más”. No menos interesante es la escultura de La serpiente, cuya leyenda cuenta que, después de que se comiera a un pájaro y a sus polluelos, quedó petrificada con la boca aún abierta.
”Como el adorno del parque es una gran cascada de agua creada por la naturaleza y el hombre a la vez. Bajo de la cascada se puede ver un túnel. Se dicen que si una chica quiere saber cuando se case, tiene que pasar por ese túnel. Tantas gotas que caen significara en cuantos años se casará.”
Otro ornamento del parque es una gran cascada natural que fue modificada artificialmente. Tras la cascada hay un túnel en el que, dicen, las jóvenes pueden saber cuántos años faltan para que se casen contando las gotas que caen [¿sobre ellas? ¿Que oyen caer?].
”Cada año muchos turistas visitan el parque para disfrutar de la sinfonía del cuento. Es muy agradable de pasear por las alamedas umbrosas, sentarse cerca de los estanques, contemplar las cascadas, entrar en los antros fríos, pasear en barcos. La gente de edad puede estar sentada en los bancos cómodos, acordarse del pasado y pensar en lo sobrevivido. También hay muchas atracciones para la juventud y los niños aquí. Y los enamorados hacen una declaración amorosa en el parque como hace dos cientos años.”
Cada año, son muchos los turistas que visitan el parque para disfrutar de sus encantos, y resulta muy agradable pasear bajo la sombra de las alamedas, sentarse junto a los estanques, contemplar las cascadas, internarse en las frescas cuevas o dar un paseo en barca.
PEQUEÑO MALENTENDIDO
Una pareja llevaba muchos años de matrimonio y no había logrado tener familia. Tras consultar varios doctores, sin éxito, fueron a ver a un especialista muy renombrado quien, tras muchos estudios, les dijo que la única solución era que buscaran un padre sustituto.
"¿Y qué es un padre sustituto?", pregunta la señora.
"Es un hombre seleccionado con mucho cuidado y que hace, por una única vez, las funciones del esposo para que la mujer quede embarazada".
La señora vacila un poco; pero su marido le dice al doctor que él no tiene ningún inconveniente con tal de ver realizada su ilusión de convertirse en padre. Pocos días después, se contrata a un joven y se hace una cita para que al siguiente domingo por la mañana, cuando se ausente el marido de la casa, vaya y visite a la señora para cumplir su tarea.
Sin embargo, sucedió que un fotógrafo de niños había sido llamado a una casa vecina para retratar a un bebé. Por azar del destino, el hombre se equivocó de domicilio llegando al de la señora:
"Buenos días, señora, vengo por lo del niño".
"Mmm, sí, pase usted. ¿Gusta tomar algo?"
"No, muchas gracias, el alcohol no es bueno para mi trabajo. Lo que quisiera es comenzar cuanto antes".
"Muy bien, ¿le parece si vamos a la habitación?"
"Puede ser allí, pero también me gustaría una aquí, en la sala, dos en la alfombra y otro en el jardín".
"¿Pues cuántos van a ser?", se alarmó la señora.
"Ordinariamente son cinco en cada sesión, pero si la mamá coopera pueden ser más, todo depende", dijo mientras sacaba del portafolios un álbum. "Me gustaría que viera antes algo de lo que he hecho. Tengo una técnica muy especial y única que le ha gustado mucho a mis clientas, por ejemplo, mire el retrato de este niño tan bonito: lo hice en un parque público, a plena luz del día. ¡Cómo se juntó la gente para verme trabajar! Esa vez me ayudaron dos amigos, porque la señora era muy exigente: con nada le podía yo dar gusto y quedarle bien. Para colmo, esa vez tuve que suspender el trabajo porque llegó una ardilla y comenzó a mordisquearme el equipo".
La señora, estupefacta, escuchaba todo esto mientras el fotógrafo continuaba:
"Ahora vea estos mellizos. En esa ocasión sí que me lucí, todo lo hice en menos de cinco minutos: llegué y ¡paf!, dos tomas y mire los gemelos que me salieron.
La señora estaba cada vez más asustada oyendo al fotógrafo que continuaba:
"Con este niño batallé un poco más, porque la mamá era muy nerviosa. Yo le dije: mire señora, usted voltee hacia el otro lado y déjeme hacer todo a mí. Ella se volteó, y así pude yo hacer mi trabajo".
A esta altura, la señora estaba a punto del desmayo. El fotógrafo guardando su álbum le dice:
"¿Quiere que comencemos ya, señora?"
"Cuando usted diga".
"Está bien, voy por mi trípode".
"¿Trípode?", dijo temblando la señora.
"Sí", comenta muy tranquilo el fotógrafo, "es que usted sabe, mi aparato es muy grande y necesito un trípode para apoyarlo y estabilizarlo, porque ni con las dos manos puedo sostenerlo bien... ¿Señora?, ¿señora?... ¡Señoraaaaa!"
"¿Y qué es un padre sustituto?", pregunta la señora.
"Es un hombre seleccionado con mucho cuidado y que hace, por una única vez, las funciones del esposo para que la mujer quede embarazada".
La señora vacila un poco; pero su marido le dice al doctor que él no tiene ningún inconveniente con tal de ver realizada su ilusión de convertirse en padre. Pocos días después, se contrata a un joven y se hace una cita para que al siguiente domingo por la mañana, cuando se ausente el marido de la casa, vaya y visite a la señora para cumplir su tarea.
Sin embargo, sucedió que un fotógrafo de niños había sido llamado a una casa vecina para retratar a un bebé. Por azar del destino, el hombre se equivocó de domicilio llegando al de la señora:
"Buenos días, señora, vengo por lo del niño".
"Mmm, sí, pase usted. ¿Gusta tomar algo?"
"No, muchas gracias, el alcohol no es bueno para mi trabajo. Lo que quisiera es comenzar cuanto antes".
"Muy bien, ¿le parece si vamos a la habitación?"
"Puede ser allí, pero también me gustaría una aquí, en la sala, dos en la alfombra y otro en el jardín".
"¿Pues cuántos van a ser?", se alarmó la señora.
"Ordinariamente son cinco en cada sesión, pero si la mamá coopera pueden ser más, todo depende", dijo mientras sacaba del portafolios un álbum. "Me gustaría que viera antes algo de lo que he hecho. Tengo una técnica muy especial y única que le ha gustado mucho a mis clientas, por ejemplo, mire el retrato de este niño tan bonito: lo hice en un parque público, a plena luz del día. ¡Cómo se juntó la gente para verme trabajar! Esa vez me ayudaron dos amigos, porque la señora era muy exigente: con nada le podía yo dar gusto y quedarle bien. Para colmo, esa vez tuve que suspender el trabajo porque llegó una ardilla y comenzó a mordisquearme el equipo".
La señora, estupefacta, escuchaba todo esto mientras el fotógrafo continuaba:
"Ahora vea estos mellizos. En esa ocasión sí que me lucí, todo lo hice en menos de cinco minutos: llegué y ¡paf!, dos tomas y mire los gemelos que me salieron.
La señora estaba cada vez más asustada oyendo al fotógrafo que continuaba:
"Con este niño batallé un poco más, porque la mamá era muy nerviosa. Yo le dije: mire señora, usted voltee hacia el otro lado y déjeme hacer todo a mí. Ella se volteó, y así pude yo hacer mi trabajo".
A esta altura, la señora estaba a punto del desmayo. El fotógrafo guardando su álbum le dice:
"¿Quiere que comencemos ya, señora?"
"Cuando usted diga".
"Está bien, voy por mi trípode".
"¿Trípode?", dijo temblando la señora.
"Sí", comenta muy tranquilo el fotógrafo, "es que usted sabe, mi aparato es muy grande y necesito un trípode para apoyarlo y estabilizarlo, porque ni con las dos manos puedo sostenerlo bien... ¿Señora?, ¿señora?... ¡Señoraaaaa!"
Новое в блогах и на форуме
Помогите перевести: no haber por donde agarrar
Как это переводится?
Помогите перевести
Эти слова часто ищут, но не находят в словаре. Вы можете предложить их перевод и добавить в словарь.
arrepentirse
Искали 98 раз
mandatario verbal
Искали 42 раз
paramental
Искали 31 раз
расшплинтовать
Искали 49 раз
хозбытовой
Искали 5 раз