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Muchos se preguntarán por qué este señor dice que la modalidad española de América latina está más propagada por el mundo. Histéricamente, en la más reciente historia, vemos que los latinoamericanos han emigrado a muchísimos países del mundo. Así vemos locutores de radio en Suecia, Finlandia, Noruega, Japón, Rusia....todos de procedencia latinoamericana y portadores de una modalidad del español que sólo, en algunos aspectos, se habla en el sur de España. Históricamente, en el siglo XX, los españoles emigraban mayormente a Alemania, Gran Bretaña y los países más cercanos. La modalidad del español más hablada en EE.UU. no es la de España. Estos son factores objetivos a tener en cuenta a la hora de redactar la "geografía" de las modalidades del español.
> -TURISTA- escribe:
>--------------
>La terminología legal varía entre las naciones de América Latina y España. Cuando traducimos al español de España las frase гражданский брак generalmente escribimos PAREJA DE HECHO. Sin embargo, en Colombia se dice UNION LIBRE. En el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia no hay Departamento de Visados, como se dice en España. En el organigrama de este ministerio vemos la DIVISIÓN DE VISAS. Muy interesante. Hace mucho tiempo que me di cuenta de que hay que conocer dos idiomas españoles, el de América Latina (más propagado por el mundo) y el que se habla en España. Muy interesante desde el punto de vista lingüístico.
> -TURISTA- escribe:
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>La terminología legal varía entre las naciones de América Latina y España. Cuando traducimos al español de España las frase гражданский брак generalmente escribimos PAREJA DE HECHO. Sin embargo, en Colombia se dice UNION LIBRE. En el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia no hay Departamento de Visados, como se dice en España. En el organigrama de este ministerio vemos la DIVISIÓN DE VISAS. Muy interesante. Hace mucho tiempo que me di cuenta de que hay que conocer dos idiomas españoles, el de América Latina (más propagado por el mundo) y el que se habla en España. Muy interesante desde el punto de vista lingüístico.
Al fin y al cabo no es divertido observar cómo este individuo, perturbado y mala persona, va deteriorando la poca salud que le queda (¿le quedará alguna?).
Por otro lado, podemos dar gracias que no ha podido traer hijos a este mundo. ¡POBRES HIJOS!, si los hubiera, o ESPOSA que lo sufriera.
Pero, TEN EN CUENTA QUE a mí me importa cuatro leches lo que te guste, SUBNORMAL, ya sean las mujeres, ya los tíos, o los vibradores. Pero como no te das cuenta, y dado que te comportas como una MARICONA, no tengo más remedio que bautizarte de tal guisa. No te daré ningún título nobiliario como a la Marquesa de Alcantarilla, porque todavía es demasiado pronto, pero no olvides que, siempre que te metas conmigo, o con alguno de mis amigos, serás llamada por el nombre que te caracteriza: LA MARICONA DEL CADILLAC ROSA.
>- El Nuevo Turista - escribe:
>--------------
>La cuestión es que mi página ha sido visitada por dos maricas. Aquí somo MACHOS, VARONES Y MASCULINOS ANTIMARICAS. Que se vayan a tomar polculo a otro lugar.
>>Jorge Lamas написал:
>>--------------
>>Pero por fin que? Traducir o no traducir? Esa es la cuestion?
>
Por otro lado, podemos dar gracias que no ha podido traer hijos a este mundo. ¡POBRES HIJOS!, si los hubiera, o ESPOSA que lo sufriera.
Pero, TEN EN CUENTA QUE a mí me importa cuatro leches lo que te guste, SUBNORMAL, ya sean las mujeres, ya los tíos, o los vibradores. Pero como no te das cuenta, y dado que te comportas como una MARICONA, no tengo más remedio que bautizarte de tal guisa. No te daré ningún título nobiliario como a la Marquesa de Alcantarilla, porque todavía es demasiado pronto, pero no olvides que, siempre que te metas conmigo, o con alguno de mis amigos, serás llamada por el nombre que te caracteriza: LA MARICONA DEL CADILLAC ROSA.
>- El Nuevo Turista - escribe:
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>La cuestión es que mi página ha sido visitada por dos maricas. Aquí somo MACHOS, VARONES Y MASCULINOS ANTIMARICAS. Que se vayan a tomar polculo a otro lugar.
>>Jorge Lamas написал:
>>--------------
>>Pero por fin que? Traducir o no traducir? Esa es la cuestion?
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Violencia de género
Es el término que se ha generalizado. El concepto de género ha acabado de ser aceptado, con más o menos convicción, en la universidad y en las instancias oficiales, y alude a los valores diferenciales que se adscriben socialmente a cada uno de los s.e.x.o.s a la vez que implica pensarlos de manera relacional.
Desde sectores crítico-feministas pesa el temor de que no se tenga en cuenta la connotación de persistente desigualdad que entraña el concepto de género, que debe remitir a que las relaciones entre los s.e.x.o.s son relaciones de poder. Sin este talante crítico-feminista, se puede caer en el uso del concepto de violencia de género como un eufemismo que bajo la supuesta neutralidad del género pierde por el camino la connotación de poder.
Cuando se contrapone al de violencia doméstica, se señala que el concepto de género apunta a las relaciones hombre-mujer, y no a la familia, como objeto de su interés, para así resaltar que el entorno familiar o la pareja no agotan el tipo de violencia que cabe tener en cuenta; por tanto el rasgo a destacar no sería “el lugar” de la violencia sino cualquier tipo de violencia contra las mujeres “resultado de una estrategia de dominación ejercida por el varón para mantener su posición de poder”. Subsumir la violencia de pareja en el seno familiar como violencia familiar o doméstica implica, además, alinear apriorísticamente a las mujeres con los miembros más dependientes y vulnerables de la unidad familiar, pero que lo son por razones jurídicas – la infancia – o por razones de edad – los mayores – o de discapacidad, y no necesariamente por forzosa y coactiva sumisión (Maqueda, 2006).
Sin embargo, no pocos críticos señalan que precisamente por ese carácter relacional del término “género”, cuando se usa “violencia de género” puede parecer que afecta por igual de hombres a mujeres que de mujeres a hombres, es decir, que se habla de una violencia mutua y equivalente si no se pone de manifiesto explícitamente la desigualdad jerárquica entre mujeres y hombres. Por eso en estos casos se aboga por el término de “violencia (masculina) contra las mujeres”. Dicha violencia no se agota en el maltrato físico sino que incluye las amenazas, la coerción y la privación de libertad tanto en la vida pública como en la privada así como la violencia s.e.x.u.a.l.
El término “violencia de género” es el que da título a la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de protección integral contra la violencia de género. Sin embargo, y como se examina con más detalle en el capítulo 3, dicha ley ha tenido únicamente en cuenta la violencia familiar de pareja (incluidas “de hecho”) de hombre a mujer. Más allá de su competencia ha quedado toda la violencia s.e.x.u.a.l, así como las mujeres coaccionadas para el trabajo s.e.x.u.a.l o para cualquier otro tipo de trabajo. Así que conviene tener en cuenta que el concepto sociológico de violencia de género, más amplio, será divergente del actual concepto jurídico.
Raquel Osborne “Apuntes sobre violencia de género”
Es el término que se ha generalizado. El concepto de género ha acabado de ser aceptado, con más o menos convicción, en la universidad y en las instancias oficiales, y alude a los valores diferenciales que se adscriben socialmente a cada uno de los s.e.x.o.s a la vez que implica pensarlos de manera relacional.
Desde sectores crítico-feministas pesa el temor de que no se tenga en cuenta la connotación de persistente desigualdad que entraña el concepto de género, que debe remitir a que las relaciones entre los s.e.x.o.s son relaciones de poder. Sin este talante crítico-feminista, se puede caer en el uso del concepto de violencia de género como un eufemismo que bajo la supuesta neutralidad del género pierde por el camino la connotación de poder.
Cuando se contrapone al de violencia doméstica, se señala que el concepto de género apunta a las relaciones hombre-mujer, y no a la familia, como objeto de su interés, para así resaltar que el entorno familiar o la pareja no agotan el tipo de violencia que cabe tener en cuenta; por tanto el rasgo a destacar no sería “el lugar” de la violencia sino cualquier tipo de violencia contra las mujeres “resultado de una estrategia de dominación ejercida por el varón para mantener su posición de poder”. Subsumir la violencia de pareja en el seno familiar como violencia familiar o doméstica implica, además, alinear apriorísticamente a las mujeres con los miembros más dependientes y vulnerables de la unidad familiar, pero que lo son por razones jurídicas – la infancia – o por razones de edad – los mayores – o de discapacidad, y no necesariamente por forzosa y coactiva sumisión (Maqueda, 2006).
Sin embargo, no pocos críticos señalan que precisamente por ese carácter relacional del término “género”, cuando se usa “violencia de género” puede parecer que afecta por igual de hombres a mujeres que de mujeres a hombres, es decir, que se habla de una violencia mutua y equivalente si no se pone de manifiesto explícitamente la desigualdad jerárquica entre mujeres y hombres. Por eso en estos casos se aboga por el término de “violencia (masculina) contra las mujeres”. Dicha violencia no se agota en el maltrato físico sino que incluye las amenazas, la coerción y la privación de libertad tanto en la vida pública como en la privada así como la violencia s.e.x.u.a.l.
El término “violencia de género” es el que da título a la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de protección integral contra la violencia de género. Sin embargo, y como se examina con más detalle en el capítulo 3, dicha ley ha tenido únicamente en cuenta la violencia familiar de pareja (incluidas “de hecho”) de hombre a mujer. Más allá de su competencia ha quedado toda la violencia s.e.x.u.a.l, así como las mujeres coaccionadas para el trabajo s.e.x.u.a.l o para cualquier otro tipo de trabajo. Así que conviene tener en cuenta que el concepto sociológico de violencia de género, más amplio, será divergente del actual concepto jurídico.
Raquel Osborne “Apuntes sobre violencia de género”
Violencia de género
Es el término que se ha generalizado. El concepto de género ha acabado de ser aceptado, con más o menos convicción, en la universidad y en las instancias oficiales, y alude a los valores diferenciales que se adscriben socialmente a cada uno de los s.e.x.o.s a la vez que implica pensarlos de manera relacional.
Desde sectores crítico-feministas pesa el temor de que no se tenga en cuenta la connotación de persistente desigualdad que entraña el concepto de género, que debe remitir a que las relaciones entre los s.e.x.o.s son relaciones de poder. Sin este talante crítico-feminista, se puede caer en el uso del concepto de violencia de género como un eufemismo que bajo la supuesta neutralidad del género pierde por el camino la connotación de poder.
Cuando se contrapone al de violencia doméstica, se señala que el concepto de género apunta a las relaciones hombre-mujer, y no a la familia, como objeto de su interés, para así resaltar que el entorno familiar o la pareja no agotan el tipo de violencia que cabe tener en cuenta; por tanto el rasgo a destacar no sería “el lugar” de la violencia sino cualquier tipo de violencia contra las mujeres “resultado de una estrategia de dominación ejercida por el varón para mantener su posición de poder”. Subsumir la violencia de pareja en el seno familiar como violencia familiar o doméstica implica, además, alinear apriorísticamente a las mujeres con los miembros más dependientes y vulnerables de la unidad familiar, pero que lo son por razones jurídicas – la infancia – o por razones de edad – los mayores – o de discapacidad, y no necesariamente por forzosa y coactiva sumisión (Maqueda, 2006).
Sin embargo, no pocos críticos señalan que precisamente por ese carácter relacional del término “género”, cuando se usa “violencia de género” puede parecer que afecta por igual de hombres a mujeres que de mujeres a hombres, es decir, que se habla de una violencia mutua y equivalente si no se pone de manifiesto explícitamente la desigualdad jerárquica entre mujeres y hombres. Por eso en estos casos se aboga por el término de “violencia (masculina) contra las mujeres”. Dicha violencia no se agota en el maltrato físico sino que incluye las amenazas, la coerción y la privación de libertad tanto en la vida pública como en la privada así como la violencia s.e.x.u.a.l.
El término “violencia de género” es el que da título a la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de protección integral contra la violencia de género. Sin embargo, y como se examina con más detalle en el capítulo 3, dicha ley ha tenido únicamente en cuenta la violencia familiar de pareja (incluidas “de hecho”) de hombre a mujer. Más allá de su competencia ha quedado toda la violencia s.e.x.u.a.l, así como las mujeres coaccionadas para el trabajo s.e.x.u.a.l o para cualquier otro tipo de trabajo. Así que conviene tener en cuenta que el concepto sociológico de violencia de género, más amplio, será divergente del actual concepto jurídico.
Raquel Osborne “Apuntes sobre violencia de género”
Es el término que se ha generalizado. El concepto de género ha acabado de ser aceptado, con más o menos convicción, en la universidad y en las instancias oficiales, y alude a los valores diferenciales que se adscriben socialmente a cada uno de los s.e.x.o.s a la vez que implica pensarlos de manera relacional.
Desde sectores crítico-feministas pesa el temor de que no se tenga en cuenta la connotación de persistente desigualdad que entraña el concepto de género, que debe remitir a que las relaciones entre los s.e.x.o.s son relaciones de poder. Sin este talante crítico-feminista, se puede caer en el uso del concepto de violencia de género como un eufemismo que bajo la supuesta neutralidad del género pierde por el camino la connotación de poder.
Cuando se contrapone al de violencia doméstica, se señala que el concepto de género apunta a las relaciones hombre-mujer, y no a la familia, como objeto de su interés, para así resaltar que el entorno familiar o la pareja no agotan el tipo de violencia que cabe tener en cuenta; por tanto el rasgo a destacar no sería “el lugar” de la violencia sino cualquier tipo de violencia contra las mujeres “resultado de una estrategia de dominación ejercida por el varón para mantener su posición de poder”. Subsumir la violencia de pareja en el seno familiar como violencia familiar o doméstica implica, además, alinear apriorísticamente a las mujeres con los miembros más dependientes y vulnerables de la unidad familiar, pero que lo son por razones jurídicas – la infancia – o por razones de edad – los mayores – o de discapacidad, y no necesariamente por forzosa y coactiva sumisión (Maqueda, 2006).
Sin embargo, no pocos críticos señalan que precisamente por ese carácter relacional del término “género”, cuando se usa “violencia de género” puede parecer que afecta por igual de hombres a mujeres que de mujeres a hombres, es decir, que se habla de una violencia mutua y equivalente si no se pone de manifiesto explícitamente la desigualdad jerárquica entre mujeres y hombres. Por eso en estos casos se aboga por el término de “violencia (masculina) contra las mujeres”. Dicha violencia no se agota en el maltrato físico sino que incluye las amenazas, la coerción y la privación de libertad tanto en la vida pública como en la privada así como la violencia s.e.x.u.a.l.
El término “violencia de género” es el que da título a la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas de protección integral contra la violencia de género. Sin embargo, y como se examina con más detalle en el capítulo 3, dicha ley ha tenido únicamente en cuenta la violencia familiar de pareja (incluidas “de hecho”) de hombre a mujer. Más allá de su competencia ha quedado toda la violencia s.e.x.u.a.l, así como las mujeres coaccionadas para el trabajo s.e.x.u.a.l o para cualquier otro tipo de trabajo. Así que conviene tener en cuenta que el concepto sociológico de violencia de género, más amplio, será divergente del actual concepto jurídico.
Raquel Osborne “Apuntes sobre violencia de género”
En un régimen dictatorial hubiera sido imposible que se cuidase a los soldados. Además de esos episodios, estaban también los GULAKs, las persecuciones de la NKVD, las denuncias permanentes, etc.
>Alberto написал:
>--------------
>Muchas gracias. He leído esto tan emotivo que cuenta sobre la firma de su padre en el Reichstag. Efectivamente muchísimos rusos hicieron por su patria lo más que se puede hacer: dar la vida. Parece que los conductores de la guerra rusos fueron también poco cuidadosos con la vida de sus soldados y ya he visto en varios sitios que fuera porque la guerra empezó antes de que la URSS estuviera preparada o por otras razones las bajas en el ejército ruso fueron demesuradas. No debieron ser, por ejemplo, superiores a las del ejército alemán. Eso es bastante difícil de entender.
>Alberto написал:
>--------------
>Muchas gracias. He leído esto tan emotivo que cuenta sobre la firma de su padre en el Reichstag. Efectivamente muchísimos rusos hicieron por su patria lo más que se puede hacer: dar la vida. Parece que los conductores de la guerra rusos fueron también poco cuidadosos con la vida de sus soldados y ya he visto en varios sitios que fuera porque la guerra empezó antes de que la URSS estuviera preparada o por otras razones las bajas en el ejército ruso fueron demesuradas. No debieron ser, por ejemplo, superiores a las del ejército alemán. Eso es bastante difícil de entender.
En la primera oración "Él mismo" es más enfático. Ya venías hablando de X, cuentas que X cometió un error, una grosería, tan grosera que "él mismo", sin que nadie se lo hiciese notar, sin que nadie se lo sugiriese, por su propia voluntad, se arrepintió. Incluso cuando lo dices lo entonas de una manera particular: él-mís-mo...
En la segunda oración "El mismo" es una forma de referirte a un sujeto anteriormente nombrado pero sin repetir su nombre. "El" no lleva tilde porque es un artículo. Puedes reemplazar "el mismo" simplemente por "él". Lo lees "elmís-mo"...
En la segunda oración "El mismo" es una forma de referirte a un sujeto anteriormente nombrado pero sin repetir su nombre. "El" no lleva tilde porque es un artículo. Puedes reemplazar "el mismo" simplemente por "él". Lo lees "elmís-mo"...
Pido disculpas el órden en el que he agradecido a Uds, algo que no lo tenía en cuenta y gracias a uno de sus compañeros me lo hizo notar, vuelvo a pedir disculpas, espero sean aceptadas..
Agradezco entonces a FECUNDUM NATURA, el link que me pasó.
Agradezco a RICURA por tomarse la molestia de pasarme varios sitios de informacion, espero poder con ellos, en la lectura..
Agradezco a TURISTA tambien por el link que me ha pasado y que me vino muy bien, ya que ahi he encontrado un monton de verbos...
Espero sepan disculpar mi error, todos los dias se aprende algo nuevo no?
Saludos cordiales..
Fede
Agradezco entonces a FECUNDUM NATURA, el link que me pasó.
Agradezco a RICURA por tomarse la molestia de pasarme varios sitios de informacion, espero poder con ellos, en la lectura..
Agradezco a TURISTA tambien por el link que me ha pasado y que me vino muy bien, ya que ahi he encontrado un monton de verbos...
Espero sepan disculpar mi error, todos los dias se aprende algo nuevo no?
Saludos cordiales..
Fede
a escritora estadounidense Anita Loos ya publico en 1925 un libro con el título “Los hombres las prefieren rubias“, cuya trama era sencilla: una aspirante a actriz que encandilaba a los hombres con su platinada cabellera tenía como único fin encontrar a un marido adinerado que cumpliera todos sus caprichos.
Anita Loos se dio cuenta de que los hombres las prefieren rubias durante un viaje en tren, donde coincidió con una rubia que no dejaba de ser atendida, mimada y halagada por todos los hombres. Si por casualidad se le caía la novela que estaba leyendo, había bofetadas por recogérsela; mientras que Anita Loos bajaba y subía la maleta sin que ningún hombre pareciese reparar en sus esfuerzos.
¿Por qué esa chica le daba cien vueltas en atractivo femenino? ¿Por qué los hombres prefieren a las rubias más que a las morenas?
Tienen la palabra, caballeros y amigos, amigos caballeros.
Anita Loos se dio cuenta de que los hombres las prefieren rubias durante un viaje en tren, donde coincidió con una rubia que no dejaba de ser atendida, mimada y halagada por todos los hombres. Si por casualidad se le caía la novela que estaba leyendo, había bofetadas por recogérsela; mientras que Anita Loos bajaba y subía la maleta sin que ningún hombre pareciese reparar en sus esfuerzos.
¿Por qué esa chica le daba cien vueltas en atractivo femenino? ¿Por qué los hombres prefieren a las rubias más que a las morenas?
Tienen la palabra, caballeros y amigos, amigos caballeros.
Sobregondi Retrocede: ¡hola! Muchas gracias, aunque no creo que el planteamiento aquí haya sido culinario, pero me ha interesado lo que me cuentas. Y he visto que las plantas no son totalmente las mismas y que la bebida es la Absenta. Te puedo informar que ahora ya se volvió a admitir su comercialización en Francia.
Todo esto me ha servido para hacerme más visual el panorama sugerido por Pasternak. Por otro lado, aquí en Francia afirman tradicionalmente que las cepas actuales de los vinos locales, proceden de Chile.
Cordiales saludos.
Todo esto me ha servido para hacerme más visual el panorama sugerido por Pasternak. Por otro lado, aquí en Francia afirman tradicionalmente que las cepas actuales de los vinos locales, proceden de Chile.
Cordiales saludos.
¡Hola don Facundo!
Tengo en cuenta que, primero, la prase rusa «играть словами» significa ‘1. острить, каламбурить. 2. стараться скрыть за словами истинную суть дела, намерения, цели’, y segundo, el Diccionario de la Real Academia Española registra «juego de palabras» como ‘artificio que consiste en usar palabras, por donaire o alarde de ingenio, en sentido equívoco o en varias de sus acepciones, o en emplear dos o más que solo se diferencian en alguna o algunas de sus letras’. ¡Gracias por tus benévolos comentarios! Los aprecio mucho. ¡Un caluroso saludo!
Tengo en cuenta que, primero, la prase rusa «играть словами» significa ‘1. острить, каламбурить. 2. стараться скрыть за словами истинную суть дела, намерения, цели’, y segundo, el Diccionario de la Real Academia Española registra «juego de palabras» como ‘artificio que consiste en usar palabras, por donaire o alarde de ingenio, en sentido equívoco o en varias de sus acepciones, o en emplear dos o más que solo se diferencian en alguna o algunas de sus letras’. ¡Gracias por tus benévolos comentarios! Los aprecio mucho. ¡Un caluroso saludo!
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