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Manual de la Nueva Gramática de la lengua española (NGLE),
RAE, Asociación de Academias de la Lengua Española, 2010
24.3.3e Después (de) que admite dos combinaciones. Se construye con presente o pretérito perfecto si V1 pertenece a la esfera del presente: ¿Y si viene después que yo me vaya? (Galdós Episodios). En cambio, si V1 pertenece a la esfera del pasado, se construye con pretéritos, con alternancia entre las formas simples y las compuestas: Yo la entiendo porque algo de eso me estaba pasando poco después de que usted vino (Mutis, Maqroll); Fue despedido después de que hubiese remitido cartas a diarios barceloneses alusivas (País [Esp.] 5/8/1977).
25.5.1c [...] Las subordinadas que complementan al adverbio antes se construyen siempre con subjuntivo: antes de que {*amanece ~ amanezca}, pero en las temporales con después alternan los dos modos. Si se alude a una situación futura se usa el subjuntivo, mientras que si se describen hechos presentes o pretéritos es posible también el indicativo, sin diferencia apreciable de significado entre ambas variantes.
En estos contextos es más frecuente el indicativo en el español americano: Los caliés se llevaron a Manuel esta madrugada, poco después de que saliste de allá (Vargas Llosa, Fiesta). El subjuntivo, también registrado en América, es la opción mayoritaria en el español europeo: Más de un siglo después de que mi bisabuelo fuera abandonado en la inclusa, conserva intacto el dolor de la injuria (Muñoz Molina, Jinete).
RAE, Asociación de Academias de la Lengua Española, 2010
24.3.3e Después (de) que admite dos combinaciones. Se construye con presente o pretérito perfecto si V1 pertenece a la esfera del presente: ¿Y si viene después que yo me vaya? (Galdós Episodios). En cambio, si V1 pertenece a la esfera del pasado, se construye con pretéritos, con alternancia entre las formas simples y las compuestas: Yo la entiendo porque algo de eso me estaba pasando poco después de que usted vino (Mutis, Maqroll); Fue despedido después de que hubiese remitido cartas a diarios barceloneses alusivas (País [Esp.] 5/8/1977).
25.5.1c [...] Las subordinadas que complementan al adverbio antes se construyen siempre con subjuntivo: antes de que {*amanece ~ amanezca}, pero en las temporales con después alternan los dos modos. Si se alude a una situación futura se usa el subjuntivo, mientras que si se describen hechos presentes o pretéritos es posible también el indicativo, sin diferencia apreciable de significado entre ambas variantes.
En estos contextos es más frecuente el indicativo en el español americano: Los caliés se llevaron a Manuel esta madrugada, poco después de que saliste de allá (Vargas Llosa, Fiesta). El subjuntivo, también registrado en América, es la opción mayoritaria en el español europeo: Más de un siglo después de que mi bisabuelo fuera abandonado en la inclusa, conserva intacto el dolor de la injuria (Muñoz Molina, Jinete).
Este cabrón sí que sabe mucho de gilipolladas y gilipollas. De tal palo, tal astilla.
>Barcelona написал:
>--------------
>En realidad, todo gira en torno a la diferencia entre ser un gilipollas o ser un cabrón. Los cabrones (véase el documental "Inside Job") viven a expensas de los gilipollas del mundo. Viven de sus necesidades, de sus esperanzas, de sus casas, de su futuro y del futuro de sus hijos, les roban sin aportar riqueza porque son estafadores a gran escala. Ni que decir tiene que los gilipollas somos la inmensa mayoría, que hemos asistido estupefactos a la gigantesca corrupción financiera que ha llevado al mundo a esta trágica crisis.
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>Es posible que consideréis la dualidad gilipollas/cabrones un tanto injusta y esquemática. Pues bien, no tengo alternativa y me reafirmo. Me podéis preguntar: ¿por qué considerar gilipollas a las víctimas de las estafas de las subprimes? Pues muy sencillo: porque los culpables no solo no han ido a la cárcel, sino que han abandonado con indemnizaciones millonarias las empresas que destruyeron. ¿No nos hace sentir eso un poco gilipollas? Los estados de los países occidentales han asistido a la estafa con quejas, subvenciones y poco más. En algunos de esos estados, los cabrones han conseguido meterse en la tarea pública y desregular, liberalizar y allanarse el camino para poder llevar a cabo sus acciones criminales con total impunidad. Cuando sus gigantescas empresas se han hundido al mismo ritmo que crecían sus cuentas personales, se han largado con el botín y en paz. ¿No nos hace sentir todo esto un poco gilipollas?
>
>Vamos ahora con la otra actividad indecente por excelencia, que es la compra de valores al descubierto y a la baja. Algunos dicen que estamos a las puertas de una nueva crisis debido al endeudamiento de los estados, la especulación sobre nuestra deuda pública y los ataques contra nuestros bancos. Parece que algo empieza a moverse en la dirección de legislar para que eso no sea posible. De momento, durante algunas semanas los cabrones de las compras a la baja lo tendrán un poco más difícil. La deuda pública potencialmente impagada puede convertirse en bonos basura al cuadrado que hundan de nuevo el sistema.
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>Aquí vamos al cuento de la libertad, de la «mano invisible» de Adam Smith y de que un mercado libre todo lo soluciona y todo lo compensa. Aquí vamos al cuento chino del Tea Party, que cree que el Estado debe minimizarse para no gastar y otros ocupar sus funciones con sus esplendorosas empresas de cabrones. Aquí vamos al liberalismo a ultranza de los Thatcher, Reagan, Bush y compañía (Clinton también siguió desregulando). Aquí vamos a que todo vale en nombre de su deleznable, egoísta y neodarwinista idea de la libertad y de la ley del más fuerte. Se adueñan del mundo y, efectivamente, nos convierten en gilipollas.
>
>Nos queda la gris, mediocre y humilde socialdemocracia. Octavio Paz pedía en un breve testamento político que no se utilizasen jamás palabras en mayúscula en política, porque mataban. Socialdemocracia, sí, pero con agallas y plantando cara al mangoneo organizado mediante la fuerza de millones de gilipollas. Somos más y es la única forma de dejar de serlo. ¿Pura utopía? Yo qué sé.
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>Xavier Sardà (periodista)
>El Periódico de Cataluña
>
>Barcelona написал:
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>En realidad, todo gira en torno a la diferencia entre ser un gilipollas o ser un cabrón. Los cabrones (véase el documental "Inside Job") viven a expensas de los gilipollas del mundo. Viven de sus necesidades, de sus esperanzas, de sus casas, de su futuro y del futuro de sus hijos, les roban sin aportar riqueza porque son estafadores a gran escala. Ni que decir tiene que los gilipollas somos la inmensa mayoría, que hemos asistido estupefactos a la gigantesca corrupción financiera que ha llevado al mundo a esta trágica crisis.
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>Es posible que consideréis la dualidad gilipollas/cabrones un tanto injusta y esquemática. Pues bien, no tengo alternativa y me reafirmo. Me podéis preguntar: ¿por qué considerar gilipollas a las víctimas de las estafas de las subprimes? Pues muy sencillo: porque los culpables no solo no han ido a la cárcel, sino que han abandonado con indemnizaciones millonarias las empresas que destruyeron. ¿No nos hace sentir eso un poco gilipollas? Los estados de los países occidentales han asistido a la estafa con quejas, subvenciones y poco más. En algunos de esos estados, los cabrones han conseguido meterse en la tarea pública y desregular, liberalizar y allanarse el camino para poder llevar a cabo sus acciones criminales con total impunidad. Cuando sus gigantescas empresas se han hundido al mismo ritmo que crecían sus cuentas personales, se han largado con el botín y en paz. ¿No nos hace sentir todo esto un poco gilipollas?
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>Vamos ahora con la otra actividad indecente por excelencia, que es la compra de valores al descubierto y a la baja. Algunos dicen que estamos a las puertas de una nueva crisis debido al endeudamiento de los estados, la especulación sobre nuestra deuda pública y los ataques contra nuestros bancos. Parece que algo empieza a moverse en la dirección de legislar para que eso no sea posible. De momento, durante algunas semanas los cabrones de las compras a la baja lo tendrán un poco más difícil. La deuda pública potencialmente impagada puede convertirse en bonos basura al cuadrado que hundan de nuevo el sistema.
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>Aquí vamos al cuento de la libertad, de la «mano invisible» de Adam Smith y de que un mercado libre todo lo soluciona y todo lo compensa. Aquí vamos al cuento chino del Tea Party, que cree que el Estado debe minimizarse para no gastar y otros ocupar sus funciones con sus esplendorosas empresas de cabrones. Aquí vamos al liberalismo a ultranza de los Thatcher, Reagan, Bush y compañía (Clinton también siguió desregulando). Aquí vamos a que todo vale en nombre de su deleznable, egoísta y neodarwinista idea de la libertad y de la ley del más fuerte. Se adueñan del mundo y, efectivamente, nos convierten en gilipollas.
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>Nos queda la gris, mediocre y humilde socialdemocracia. Octavio Paz pedía en un breve testamento político que no se utilizasen jamás palabras en mayúscula en política, porque mataban. Socialdemocracia, sí, pero con agallas y plantando cara al mangoneo organizado mediante la fuerza de millones de gilipollas. Somos más y es la única forma de dejar de serlo. ¿Pura utopía? Yo qué sé.
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>Xavier Sardà (periodista)
>El Periódico de Cataluña
>
Gilipollas y cabrones (con perdón), artículo de Xavier Sardà
En realidad, todo gira en torno a la diferencia entre ser un gilipollas o ser un cabrón. Los cabrones (véase el documental "Inside Job") viven a expensas de los gilipollas del mundo. Viven de sus necesidades, de sus esperanzas, de sus casas, de su futuro y del futuro de sus hijos, les roban sin aportar riqueza porque son estafadores a gran escala. Ni que decir tiene que los gilipollas somos la inmensa mayoría, que hemos asistido estupefactos a la gigantesca corrupción financiera que ha llevado al mundo a esta trágica crisis.
Es posible que consideréis la dualidad gilipollas/cabrones un tanto injusta y esquemática. Pues bien, no tengo alternativa y me reafirmo. Me podéis preguntar: ¿por qué considerar gilipollas a las víctimas de las estafas de las subprimes? Pues muy sencillo: porque los culpables no solo no han ido a la cárcel, sino que han abandonado con indemnizaciones millonarias las empresas que destruyeron. ¿No nos hace sentir eso un poco gilipollas? Los estados de los países occidentales han asistido a la estafa con quejas, subvenciones y poco más. En algunos de esos estados, los cabrones han conseguido meterse en la tarea pública y desregular, liberalizar y allanarse el camino para poder llevar a cabo sus acciones criminales con total impunidad. Cuando sus gigantescas empresas se han hundido al mismo ritmo que crecían sus cuentas personales, se han largado con el botín y en paz. ¿No nos hace sentir todo esto un poco gilipollas?
Vamos ahora con la otra actividad indecente por excelencia, que es la compra de valores al descubierto y a la baja. Algunos dicen que estamos a las puertas de una nueva crisis debido al endeudamiento de los estados, la especulación sobre nuestra deuda pública y los ataques contra nuestros bancos. Parece que algo empieza a moverse en la dirección de legislar para que eso no sea posible. De momento, durante algunas semanas los cabrones de las compras a la baja lo tendrán un poco más difícil. La deuda pública potencialmente impagada puede convertirse en bonos basura al cuadrado que hundan de nuevo el sistema.
Aquí vamos al cuento de la libertad, de la «mano invisible» de Adam Smith y de que un mercado libre todo lo soluciona y todo lo compensa. Aquí vamos al cuento chino del Tea Party, que cree que el Estado debe minimizarse para no gastar y otros ocupar sus funciones con sus esplendorosas empresas de cabrones. Aquí vamos al liberalismo a ultranza de los Thatcher, Reagan, Bush y compañía (Clinton también siguió desregulando). Aquí vamos a que todo vale en nombre de su deleznable, egoísta y neodarwinista idea de la libertad y de la ley del más fuerte. Se adueñan del mundo y, efectivamente, nos convierten en gilipollas.
Nos queda la gris, mediocre y humilde socialdemocracia. Octavio Paz pedía en un breve testamento político que no se utilizasen jamás palabras en mayúscula en política, porque mataban. Socialdemocracia, sí, pero con agallas y plantando cara al mangoneo organizado mediante la fuerza de millones de gilipollas. Somos más y es la única forma de dejar de serlo. ¿Pura utopía? Yo qué sé.
Xavier Sardà (periodista)
El Periódico de Cataluña
Es posible que consideréis la dualidad gilipollas/cabrones un tanto injusta y esquemática. Pues bien, no tengo alternativa y me reafirmo. Me podéis preguntar: ¿por qué considerar gilipollas a las víctimas de las estafas de las subprimes? Pues muy sencillo: porque los culpables no solo no han ido a la cárcel, sino que han abandonado con indemnizaciones millonarias las empresas que destruyeron. ¿No nos hace sentir eso un poco gilipollas? Los estados de los países occidentales han asistido a la estafa con quejas, subvenciones y poco más. En algunos de esos estados, los cabrones han conseguido meterse en la tarea pública y desregular, liberalizar y allanarse el camino para poder llevar a cabo sus acciones criminales con total impunidad. Cuando sus gigantescas empresas se han hundido al mismo ritmo que crecían sus cuentas personales, se han largado con el botín y en paz. ¿No nos hace sentir todo esto un poco gilipollas?
Vamos ahora con la otra actividad indecente por excelencia, que es la compra de valores al descubierto y a la baja. Algunos dicen que estamos a las puertas de una nueva crisis debido al endeudamiento de los estados, la especulación sobre nuestra deuda pública y los ataques contra nuestros bancos. Parece que algo empieza a moverse en la dirección de legislar para que eso no sea posible. De momento, durante algunas semanas los cabrones de las compras a la baja lo tendrán un poco más difícil. La deuda pública potencialmente impagada puede convertirse en bonos basura al cuadrado que hundan de nuevo el sistema.
Aquí vamos al cuento de la libertad, de la «mano invisible» de Adam Smith y de que un mercado libre todo lo soluciona y todo lo compensa. Aquí vamos al cuento chino del Tea Party, que cree que el Estado debe minimizarse para no gastar y otros ocupar sus funciones con sus esplendorosas empresas de cabrones. Aquí vamos al liberalismo a ultranza de los Thatcher, Reagan, Bush y compañía (Clinton también siguió desregulando). Aquí vamos a que todo vale en nombre de su deleznable, egoísta y neodarwinista idea de la libertad y de la ley del más fuerte. Se adueñan del mundo y, efectivamente, nos convierten en gilipollas.
Nos queda la gris, mediocre y humilde socialdemocracia. Octavio Paz pedía en un breve testamento político que no se utilizasen jamás palabras en mayúscula en política, porque mataban. Socialdemocracia, sí, pero con agallas y plantando cara al mangoneo organizado mediante la fuerza de millones de gilipollas. Somos más y es la única forma de dejar de serlo. ¿Pura utopía? Yo qué sé.
Xavier Sardà (periodista)
El Periódico de Cataluña
Creo que no es el lugar más adecuado para un paqueña réplica, pues aquí hablamos de cine, pero el problema del doblar las películas no es un aspecto de actualidad solamente en Catalunya. En muchas de la santiguas repúblicas de la antigua URSS se ha dejado de doblar al ruso y se está doblando al idioma del país, aunque la población, por inercia o tradición, no siempre habla el idioma del país y habla mejor el ruso. Pero así lo dice la ley. Respecto a los catalanes y el catalanismo mi primera experiencia o doce fue en 1987 cuando tuvo varios estudiantes españoles a los que le enseñaba traducción e interpretación. Los ctalaes y españoles casi que ni se hablaban y uno alumna catalana me decía que ella era española de pasaporte, pero ante todo catalana. Esa es la realidad, al parecer, no es muy virtual.
>Frasquiel escribe:
>--------------
>Concluyendo lo comentado.
>Creo que, como he manifestado otras veces, el nacionalismo de Cataluña tiene más de virtual que de real. Y luego a algunos tontos se les abre la boca para rebuznar que Cataluña es más europea que Madrid o Moscú.
>
>¿No es éste acaso otro síntoma del provincianismo que desde la política sacude el talante progresista de los catalanes normales de a pie?
>
>¿No debería la política favorecer las producciones de cine en Cataluña, ya sea en la lengua que se escoja libremente, en vez de gastarse el dinero en caprichos nacionalistas? Apenas trabajan los cineastas catalanas sino es en Madrid.
>
>¿No debería fomentarse las versiones originales?
>Yo, prácticamente, no veo ninguna película doblada. Me gusta verlas en el idioma original. Es una forma de aprender idiomas. En Cataluña apenas se conocen otros idiomas que no sea el castellano, y el catalán se sabe, pero mal, y escribirlo mucho peor.
>
>Pero esta cuestión del idioma catalán irá desarrollándose con éxito, con las nuevas generaciones, en libertad y poco a poco; eso sí, si nos dejan los políticos fanáticos y los tontos de turno.
>
>Frasquiel escribe:
>--------------
>Concluyendo lo comentado.
>Creo que, como he manifestado otras veces, el nacionalismo de Cataluña tiene más de virtual que de real. Y luego a algunos tontos se les abre la boca para rebuznar que Cataluña es más europea que Madrid o Moscú.
>
>¿No es éste acaso otro síntoma del provincianismo que desde la política sacude el talante progresista de los catalanes normales de a pie?
>
>¿No debería la política favorecer las producciones de cine en Cataluña, ya sea en la lengua que se escoja libremente, en vez de gastarse el dinero en caprichos nacionalistas? Apenas trabajan los cineastas catalanas sino es en Madrid.
>
>¿No debería fomentarse las versiones originales?
>Yo, prácticamente, no veo ninguna película doblada. Me gusta verlas en el idioma original. Es una forma de aprender idiomas. En Cataluña apenas se conocen otros idiomas que no sea el castellano, y el catalán se sabe, pero mal, y escribirlo mucho peor.
>
>Pero esta cuestión del idioma catalán irá desarrollándose con éxito, con las nuevas generaciones, en libertad y poco a poco; eso sí, si nos dejan los políticos fanáticos y los tontos de turno.
>
Bueno, Colombia es un gran país. Se cuida mucho la educación lingüítica. Y Ucrania está cerca de Polonia. Todos somos parientes. Tú eres mi pariente. Eres indoeuropeo. Cizaña es un término técnico. Se usa en aviación. Bien, no tocaré tu daiquirí, prefiero el mojito criollo de Cuba y no el que inventaron los americanos. Adéu.
>Frasquiel escribe:
>--------------
>Me ha comentado alguien que te conoce del foro que tienes ascendencia de Colombia y de Ucrania. A mí no me interesa de dónde eres. Como ya te dije una vez, no me gustan tus modales. Metes cizaña entre la gente y los pueblos.
>Cuando haga preguntas al foro, te rogaría que no intervengas. Gracias.
>
>>Gran Turista escribe:
>>--------------
>>¿Y quién te ha dicho que era colombiano? ¿Algún (a) borrega? He estado en Cuba mucho más veces de lo que se piensan mucho y mucho antes que todos los de este foro. Pero como quien dice, no hay peor sordo que el que no quiere escuchar. Y para los curiosos& no soy latino, no soy español, pero hablo español mucho mejor de lo que pensáis. Y entiendo un poco de catalán. Sólo un poco. En Cuba también viven muchos catalanes. Éxitos.
>>>Frasquiel escribe:
>>>--------------
>>>Pero tú eres colombiano, me han dicho. Además de ti no me fío. Gracias, de todos modos.
>>>
>>>¿Alguien más podría confirmarme esta pregunta? Gracias.
>>>>Gran Turista escribe:
>>>>--------------
>>>>Los cantineros cubanos en Varadero dicen Daiquirí. No lo dicen de otra forma.
>>>>>Frasquiel escribe:
>>>>>--------------
>>>>>Amigos de Cuba, en España el nombre de esta bebida lo pronunciamos daiquiri. En Cuba, ¿cómo pronunciáis el término? ¿De las dos maneras?
>>>>>¿Sólo agudo? Gracias.
>>>>
>>>
>>
>
>Frasquiel escribe:
>--------------
>Me ha comentado alguien que te conoce del foro que tienes ascendencia de Colombia y de Ucrania. A mí no me interesa de dónde eres. Como ya te dije una vez, no me gustan tus modales. Metes cizaña entre la gente y los pueblos.
>Cuando haga preguntas al foro, te rogaría que no intervengas. Gracias.
>
>>Gran Turista escribe:
>>--------------
>>¿Y quién te ha dicho que era colombiano? ¿Algún (a) borrega? He estado en Cuba mucho más veces de lo que se piensan mucho y mucho antes que todos los de este foro. Pero como quien dice, no hay peor sordo que el que no quiere escuchar. Y para los curiosos& no soy latino, no soy español, pero hablo español mucho mejor de lo que pensáis. Y entiendo un poco de catalán. Sólo un poco. En Cuba también viven muchos catalanes. Éxitos.
>>>Frasquiel escribe:
>>>--------------
>>>Pero tú eres colombiano, me han dicho. Además de ti no me fío. Gracias, de todos modos.
>>>
>>>¿Alguien más podría confirmarme esta pregunta? Gracias.
>>>>Gran Turista escribe:
>>>>--------------
>>>>Los cantineros cubanos en Varadero dicen Daiquirí. No lo dicen de otra forma.
>>>>>Frasquiel escribe:
>>>>>--------------
>>>>>Amigos de Cuba, en España el nombre de esta bebida lo pronunciamos daiquiri. En Cuba, ¿cómo pronunciáis el término? ¿De las dos maneras?
>>>>>¿Sólo agudo? Gracias.
>>>>
>>>
>>
>
Cuando v-i-o-lar era un arte y no una atrocidad
Miércoles, 18 de octubre de 2006
Por José Miguel Lorenzo Arribas
V-i-o-lar, v-i-olación y sus derivados nos remiten a uno de los actos más repugnantes que el ser humano puede efectuar contra sus semejantes. El carácter claramente s-e-x-uado de la acción remite, por otro lado, a una de las amenazas que la sociedad patriarcal impone a las mujeres. Aunque no sean las únicas víctimas de la acción, las cifras son incontestables. La v-i-o-lación es un expresión de la v-i-o-l-encia que ha sido denominada con el calificativo de «terrorismo s-e-xual» por algunas feministas, con razón, y un tema con el que no quiero frivolizar.
En el Código Penal español vigente, de 1995, el delito resultante de la acción de v-i-olar, la v-i-olación, se comprende en su Título VIII: «Delitos contra la libertad e indemnidad s-e-x-uales». Con matices, esta palabra ha mantenido su significado a través de los siglos. Alfonso de Palencia (1490) explicaba que «V-i-olare es corromper, contaminar, ensuziar, fazer algo forzosamente». Poco más de un cien años después, el Tesoro de la lengua (1611) definía el verbo como «corromper la doncella por fuerza», como única acepción, visibilizando a la víctima principal, pero reduciéndola a su condición de soltera y virgen. Afinaba un poco más la edición de 1739 del Diccionario de Autoridades cuando argumentaba que v-i-o-lar «vale también corromper por fuerza a alguna muger, especialmente doncella».
Miércoles, 18 de octubre de 2006
Por José Miguel Lorenzo Arribas
V-i-o-lar, v-i-olación y sus derivados nos remiten a uno de los actos más repugnantes que el ser humano puede efectuar contra sus semejantes. El carácter claramente s-e-x-uado de la acción remite, por otro lado, a una de las amenazas que la sociedad patriarcal impone a las mujeres. Aunque no sean las únicas víctimas de la acción, las cifras son incontestables. La v-i-o-lación es un expresión de la v-i-o-l-encia que ha sido denominada con el calificativo de «terrorismo s-e-xual» por algunas feministas, con razón, y un tema con el que no quiero frivolizar.
En el Código Penal español vigente, de 1995, el delito resultante de la acción de v-i-olar, la v-i-olación, se comprende en su Título VIII: «Delitos contra la libertad e indemnidad s-e-x-uales». Con matices, esta palabra ha mantenido su significado a través de los siglos. Alfonso de Palencia (1490) explicaba que «V-i-olare es corromper, contaminar, ensuziar, fazer algo forzosamente». Poco más de un cien años después, el Tesoro de la lengua (1611) definía el verbo como «corromper la doncella por fuerza», como única acepción, visibilizando a la víctima principal, pero reduciéndola a su condición de soltera y virgen. Afinaba un poco más la edición de 1739 del Diccionario de Autoridades cuando argumentaba que v-i-o-lar «vale también corromper por fuerza a alguna muger, especialmente doncella».
(segunda parte)
En el otro extremo está la China milenaria. Si dividimos sus 1.200 años por 14 obtenemos una señora de 85, conservadora, con olor a gato, que se la pasa comiendo arroz porque no tiene -por ahora- para comprarse una dentadura postiza. La China tiene un nieto de 8 años, Taiwán, que le hace la vida imposible. Está divorciada desde hace rato de Japón, un viejo cascarrabias, que se juntó con Filipinas, una jovencita pendeja, que siempre está dispuesta a cualquier aberración a cambio de dinero.
Después están los países que acaban de cumplir la mayoría de edad y salen a pasear en el BMW del padre. Por ejemplo, Australia y Canadá, típicos países que crecieron al amparo de papá Inglaterra y mamá Francia, con una educación estricta y concheta, y que ahora se hacen los locos.
Australia es una pendeja de poco más de 18 años, que hace topless y tiene se.. con Sudáfrica; mientras que Canadá es un chico gay emancipado, que en cualquier momento adopta al bebé Groenlandia para formar una de esas familias alternativas que están de moda.
Francia es una separada de 36 años, más p... que las gallinas, pero muy respetada en el ámbito profesional. Tiene un hijo de apenas 6 años: Mónaco, que va camino de ser puto o bailarín… o ambas cosas. Es amante esporádica de Alemania, camionero rico que está casado con Austria, que sabe que es cornuda, pero no le importa.
Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando a San Marino y al Vaticano, dos hijos católicos idénticos a los mellizos de los Flanders. Estuvo casada en segundas nupcias con Alemania (duraron poco: tuvieron Suiza), pero ahora no quiere saber nada con los hombres.
A Italia le gustaría ser una mujer como Bélgica: abogada, independiente, que usa pantalón y habla de política de tú a tú con los hombres (Bélgica también fantasea a veces con saber preparar spaghettis).
En el otro extremo está la China milenaria. Si dividimos sus 1.200 años por 14 obtenemos una señora de 85, conservadora, con olor a gato, que se la pasa comiendo arroz porque no tiene -por ahora- para comprarse una dentadura postiza. La China tiene un nieto de 8 años, Taiwán, que le hace la vida imposible. Está divorciada desde hace rato de Japón, un viejo cascarrabias, que se juntó con Filipinas, una jovencita pendeja, que siempre está dispuesta a cualquier aberración a cambio de dinero.
Después están los países que acaban de cumplir la mayoría de edad y salen a pasear en el BMW del padre. Por ejemplo, Australia y Canadá, típicos países que crecieron al amparo de papá Inglaterra y mamá Francia, con una educación estricta y concheta, y que ahora se hacen los locos.
Australia es una pendeja de poco más de 18 años, que hace topless y tiene se.. con Sudáfrica; mientras que Canadá es un chico gay emancipado, que en cualquier momento adopta al bebé Groenlandia para formar una de esas familias alternativas que están de moda.
Francia es una separada de 36 años, más p... que las gallinas, pero muy respetada en el ámbito profesional. Tiene un hijo de apenas 6 años: Mónaco, que va camino de ser puto o bailarín… o ambas cosas. Es amante esporádica de Alemania, camionero rico que está casado con Austria, que sabe que es cornuda, pero no le importa.
Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando a San Marino y al Vaticano, dos hijos católicos idénticos a los mellizos de los Flanders. Estuvo casada en segundas nupcias con Alemania (duraron poco: tuvieron Suiza), pero ahora no quiere saber nada con los hombres.
A Italia le gustaría ser una mujer como Bélgica: abogada, independiente, que usa pantalón y habla de política de tú a tú con los hombres (Bélgica también fantasea a veces con saber preparar spaghettis).
Balada del mal amor
Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar.
Yo soy un árbol seco que sólo espera el hacha,
y tú un arroyo alegre que sueña con el mar.
Yo eché mi red al río…
Se me rompió la red…
No unas tu vaso lleno con mi vaso vacío,
pues si bebo en tu vaso voy a sentir más sed.
Se besa por el beso,
por amar el amor…
Ese es tu amor de ahora, pero el amor no es eso,
pues sólo nace el fruto cuando muere la flor.
Amar es tan sencillo,
tan sin saber por qué…
Pero así como pierde la moneda su brillo,
el alma, poco a poco, va perdiendo su fe.
¡Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar!
Hay velas que se rompen a la primera racha,
¡y hay tantas velas rotas en el fondo del mar!
Pero aunque toda herida
deja una cicatriz,
no importa la hoja seca de una rama florida,
si el dolor de esa hoja no llega a la raíz.
La vida, llama o nieve,
es un molino que
va moliendo en sus aspas el viento que lo mueve,
triturando el recuerdo de lo que ya se fue…
Ya lo mío fue mío,
y ahora voy al azar…
Si una rosa es más bella mojada de rocío,
el golpe de la lluvia la puede deshojar…
Tuve un amor cobarde.
Lo tuve y lo perdí…
Para tu amor temprano ya es demasiado tarde,
porque en mi alma anochece lo que amanece en ti.
El viento hincha la vela, pero la deshilacha,
y el agua de los ríos se hace amarga en el mar…
¡Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar!
JOSÉ ÁNGEL BUESA
(Cruces [hoy Cienfuegos], Cuba 1910 - Santo Domingo, República Dominicana 1982)
Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar.
Yo soy un árbol seco que sólo espera el hacha,
y tú un arroyo alegre que sueña con el mar.
Yo eché mi red al río…
Se me rompió la red…
No unas tu vaso lleno con mi vaso vacío,
pues si bebo en tu vaso voy a sentir más sed.
Se besa por el beso,
por amar el amor…
Ese es tu amor de ahora, pero el amor no es eso,
pues sólo nace el fruto cuando muere la flor.
Amar es tan sencillo,
tan sin saber por qué…
Pero así como pierde la moneda su brillo,
el alma, poco a poco, va perdiendo su fe.
¡Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar!
Hay velas que se rompen a la primera racha,
¡y hay tantas velas rotas en el fondo del mar!
Pero aunque toda herida
deja una cicatriz,
no importa la hoja seca de una rama florida,
si el dolor de esa hoja no llega a la raíz.
La vida, llama o nieve,
es un molino que
va moliendo en sus aspas el viento que lo mueve,
triturando el recuerdo de lo que ya se fue…
Ya lo mío fue mío,
y ahora voy al azar…
Si una rosa es más bella mojada de rocío,
el golpe de la lluvia la puede deshojar…
Tuve un amor cobarde.
Lo tuve y lo perdí…
Para tu amor temprano ya es demasiado tarde,
porque en mi alma anochece lo que amanece en ti.
El viento hincha la vela, pero la deshilacha,
y el agua de los ríos se hace amarga en el mar…
¡Qué lástima muchacha,
que no te pueda amar!
JOSÉ ÁNGEL BUESA
(Cruces [hoy Cienfuegos], Cuba 1910 - Santo Domingo, República Dominicana 1982)
Sin ánimo de ofender a ninguno de los colaboradores y sin pretender estar en lo cierto, me parece que ambos están confundiendo “pronto” con “recién”. Si salgo del cine y está todo mojado uno diría: “Debe haber llovido recién”, es decir hace muy poco tiempo. Salvo que en algún dialecto “pronto” tenga significado de “violentamente”, o “de golpe”.
Es raro el uso de “pronto” que propone Cóndor, porque el sentido más usual de “pronto” se refiere a una acción en el futuro. Por ej. “Pronto terminaré mi novela”. Es decir, en un tiempo relativamente breve terminaré la novela. También significa “rápido”, como sinónimo de “prontamente” pero no me parece que sea el sentido por el que pregunta Cóndor.
Al contrario de lo que dices, Marqués (disculpa que disienta contigo), si dices “Tenía que haber llovido pronto” se supone que en definitiva NO LLOVIÓ (por el “tenía que”), y que además ocurrió algo que la lluvia podía haber evitado. La frase verbal “tener que” indica obligación (“Tienes que hacer tud deberes”) o suposición (“Tiene que ser cierto”).
Aparte: ¿“pronto” respecto a qué?, es decir ¿poco tiempo después de qué? Se me ocurren las siguientes situaciones:
Diálogo entre agricultores, después de la sequía.
- Finalmente se nos echó a perder la cosecha.
- Sí, desde enero que no llueve. ¡Qué sequía!
- Tenía que haber llovido pronto, para evitarla.
Diálogo entre bomberos:
- Todo el bosque arruinado…
- ¿Cómo se hubiese podido evitar?
- Después del primer foco de incendio, tenía que haber llovido pronto.
Sería más correcto usar el condicional: “tendría que”… o “hubiese tenido que llover pronto” En todos estos casos, “pronto” es semejante a “en seguida”. La frase que propone Cóndor no es muy común y no sé hasta qué punto es correcta, puede darse en un registro oral. Las situaciones que se me ocurren son muy rebuscadas. Espero haber ayudado y no estar refiriéndome a un uso demasiado dialectal de estas expresiones.
Es raro el uso de “pronto” que propone Cóndor, porque el sentido más usual de “pronto” se refiere a una acción en el futuro. Por ej. “Pronto terminaré mi novela”. Es decir, en un tiempo relativamente breve terminaré la novela. También significa “rápido”, como sinónimo de “prontamente” pero no me parece que sea el sentido por el que pregunta Cóndor.
Al contrario de lo que dices, Marqués (disculpa que disienta contigo), si dices “Tenía que haber llovido pronto” se supone que en definitiva NO LLOVIÓ (por el “tenía que”), y que además ocurrió algo que la lluvia podía haber evitado. La frase verbal “tener que” indica obligación (“Tienes que hacer tud deberes”) o suposición (“Tiene que ser cierto”).
Aparte: ¿“pronto” respecto a qué?, es decir ¿poco tiempo después de qué? Se me ocurren las siguientes situaciones:
Diálogo entre agricultores, después de la sequía.
- Finalmente se nos echó a perder la cosecha.
- Sí, desde enero que no llueve. ¡Qué sequía!
- Tenía que haber llovido pronto, para evitarla.
Diálogo entre bomberos:
- Todo el bosque arruinado…
- ¿Cómo se hubiese podido evitar?
- Después del primer foco de incendio, tenía que haber llovido pronto.
Sería más correcto usar el condicional: “tendría que”… o “hubiese tenido que llover pronto” En todos estos casos, “pronto” es semejante a “en seguida”. La frase que propone Cóndor no es muy común y no sé hasta qué punto es correcta, puede darse en un registro oral. Las situaciones que se me ocurren son muy rebuscadas. Espero haber ayudado y no estar refiriéndome a un uso demasiado dialectal de estas expresiones.
Cuando v-i-o-lar era un arte y no una atrocidad
Miércoles, 18 de octubre de 2006
Por José Miguel Lorenzo Arribas
V-i-o-lar, v-i-olación y sus derivados nos remiten a uno de los actos más repugnantes que el ser humano puede efectuar contra sus semejantes. El carácter claramente s-e-x-uado de la acción remite, por otro lado, a una de las amenazas que la sociedad patriarcal impone a las mujeres. Aunque no sean las únicas víctimas de la acción, las cifras son incontestables. La v-i-o-lación es un expresión de la v-i-o-l-encia que ha sido denominada con el calificativo de «terrorismo s-e-xual» por algunas feministas, con razón, y un tema con el que no quiero frivolizar.
En el Código Penal español vigente, de 1995, el delito resultante de la acción de v-i-olar, la v-i-olación, se comprende en su Título VIII: «Delitos contra la libertad e indemnidad s-e-x-uales». Con matices, esta palabra ha mantenido su significado a través de los siglos. Alfonso de Palencia (1490) explicaba que «V-i-olare es corromper, contaminar, ensuziar, fazer algo forzosamente». Poco más de un cien años después, el Tesoro de la lengua (1611) definía el verbo como «corromper la doncella por fuerza», como única acepción, visibilizando a la víctima principal, pero reduciéndola a su condición de soltera y virgen. Afinaba un poco más la edición de 1739 del Diccionario de Autoridades cuando argumentaba que v-i-o-lar «vale también corromper por fuerza a alguna muger, especialmente doncella».
Miércoles, 18 de octubre de 2006
Por José Miguel Lorenzo Arribas
V-i-o-lar, v-i-olación y sus derivados nos remiten a uno de los actos más repugnantes que el ser humano puede efectuar contra sus semejantes. El carácter claramente s-e-x-uado de la acción remite, por otro lado, a una de las amenazas que la sociedad patriarcal impone a las mujeres. Aunque no sean las únicas víctimas de la acción, las cifras son incontestables. La v-i-o-lación es un expresión de la v-i-o-l-encia que ha sido denominada con el calificativo de «terrorismo s-e-xual» por algunas feministas, con razón, y un tema con el que no quiero frivolizar.
En el Código Penal español vigente, de 1995, el delito resultante de la acción de v-i-olar, la v-i-olación, se comprende en su Título VIII: «Delitos contra la libertad e indemnidad s-e-x-uales». Con matices, esta palabra ha mantenido su significado a través de los siglos. Alfonso de Palencia (1490) explicaba que «V-i-olare es corromper, contaminar, ensuziar, fazer algo forzosamente». Poco más de un cien años después, el Tesoro de la lengua (1611) definía el verbo como «corromper la doncella por fuerza», como única acepción, visibilizando a la víctima principal, pero reduciéndola a su condición de soltera y virgen. Afinaba un poco más la edición de 1739 del Diccionario de Autoridades cuando argumentaba que v-i-o-lar «vale también corromper por fuerza a alguna muger, especialmente doncella».
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