Cлово или словосочетание на русском или испанском
Спросить ChatGPT
Книги и аудиокниги на испанском
>Condor написал:
>QUÉ — Objeto Directo (OD)
>
>Me dijo (lo siguiente:) QUE no me preocupase por "sus faltas" de sintaxis — oración subordinada sustantiva de Objeto Directo (OD)*
> "Me dijo que llamaría a mi madre": Me dijo "eso"
> "Quiero que te vayas al supermercado": Quiero "eso"
> "Me pidió que le acompañase a casa": Me pidió "eso"
>
>
>Fomá (insistiendo). —¿Para qué te dijo ESO?
>
>Marquís (asombrado y interpretando la intención de Condor). —¡Hombre, está claro para qué! Me LO dijo para que no me preocupase por tan menudas cosas, ya que sabe que tengo problemas con los nervios.
А вот это уже совсем другое дело, вот тогда всё становится на свои полочки, т есть нужно чётко различать разницу между похожими предложениями, но с совершенно разной структурой:
1. Me dijo que no me preocupara por sus faltas (Oración subordinada sustantiva en función de complemento directo.
2. Me LO dijo para(que) no me preocupara por sus faltas (Oración subordinada final).
Их часто путают не только с подчинёнными существительными предложениями прямого дополнения, но и косвенного:
Preposición "que"
Los nexos de la primera columna se relacionan entre sí por presentar la forma de preposición más la conjunción que:
· (para) (que), a (que): el nexo completo para que es el básico de este tipo de subordinadas (He venido hasta aquí para que hablemos un rato). Varias son las consideraciones que podríamos tener en cuenta respecto a este nexo:
o cuando en la oración primera aparece un complemento directo, es frecuente la confusión de la subordinada final con una inexistente inordinada sustantiva de complemento indirecto: He cocinado este plato para que lo deguste Juan. Como se dirá en su momento oportuno, la oración de complemento indirecto ha de presentar un nexo alusivo, no la conjunción que: He cocinado este plato para quien lo deguste.
El CD es un complemento argumental del verbo; cuando un verbo tiene la capacidad de seleccionar una oración para que realice dicha función, esta oración con mucha frecuencia, aparece encabezada por conjunción /que/, la cual es un mero transpositor, una forma que al introducir una oración subordinada la capacita para desempeñar una función propia del sustantivo, y entre ellas, la de CD:
Tus palabras provocaron el que ellos dijeran semejantes disparates.
Alguna chica os insinuará que solo colaboréis con vuestra asistencia.
Спросить ChatGPT
Найдено результатов: 100 (291 ms)
Sin ánimo de ofender a ninguno de los colaboradores y sin pretender estar en lo cierto, me parece que ambos están confundiendo “pronto” con “recién”. Si salgo del cine y está todo mojado uno diría: “Debe haber llovido recién”, es decir hace muy poco tiempo. Salvo que en algún dialecto “pronto” tenga significado de “violentamente”, o “de golpe”.
Es raro el uso de “pronto” que propone Cóndor, porque el sentido más usual de “pronto” se refiere a una acción en el futuro. Por ej. “Pronto terminaré mi novela”. Es decir, en un tiempo relativamente breve terminaré la novela. También significa “rápido”, como sinónimo de “prontamente” pero no me parece que sea el sentido por el que pregunta Cóndor.
Al contrario de lo que dices, Marqués (disculpa que disienta contigo), si dices “Tenía que haber llovido pronto” se supone que en definitiva NO LLOVIÓ (por el “tenía que”), y que además ocurrió algo que la lluvia podía haber evitado. La frase verbal “tener que” indica obligación (“Tienes que hacer tud deberes”) o suposición (“Tiene que ser cierto”).
Aparte: ¿“pronto” respecto a qué?, es decir ¿poco tiempo después de qué? Se me ocurren las siguientes situaciones:
Diálogo entre agricultores, después de la sequía.
- Finalmente se nos echó a perder la cosecha.
- Sí, desde enero que no llueve. ¡Qué sequía!
- Tenía que haber llovido pronto, para evitarla.
Diálogo entre bomberos:
- Todo el bosque arruinado…
- ¿Cómo se hubiese podido evitar?
- Después del primer foco de incendio, tenía que haber llovido pronto.
Sería más correcto usar el condicional: “tendría que”… o “hubiese tenido que llover pronto” En todos estos casos, “pronto” es semejante a “en seguida”. La frase que propone Cóndor no es muy común y no sé hasta qué punto es correcta, puede darse en un registro oral. Las situaciones que se me ocurren son muy rebuscadas. Espero haber ayudado y no estar refiriéndome a un uso demasiado dialectal de estas expresiones.
Es raro el uso de “pronto” que propone Cóndor, porque el sentido más usual de “pronto” se refiere a una acción en el futuro. Por ej. “Pronto terminaré mi novela”. Es decir, en un tiempo relativamente breve terminaré la novela. También significa “rápido”, como sinónimo de “prontamente” pero no me parece que sea el sentido por el que pregunta Cóndor.
Al contrario de lo que dices, Marqués (disculpa que disienta contigo), si dices “Tenía que haber llovido pronto” se supone que en definitiva NO LLOVIÓ (por el “tenía que”), y que además ocurrió algo que la lluvia podía haber evitado. La frase verbal “tener que” indica obligación (“Tienes que hacer tud deberes”) o suposición (“Tiene que ser cierto”).
Aparte: ¿“pronto” respecto a qué?, es decir ¿poco tiempo después de qué? Se me ocurren las siguientes situaciones:
Diálogo entre agricultores, después de la sequía.
- Finalmente se nos echó a perder la cosecha.
- Sí, desde enero que no llueve. ¡Qué sequía!
- Tenía que haber llovido pronto, para evitarla.
Diálogo entre bomberos:
- Todo el bosque arruinado…
- ¿Cómo se hubiese podido evitar?
- Después del primer foco de incendio, tenía que haber llovido pronto.
Sería más correcto usar el condicional: “tendría que”… o “hubiese tenido que llover pronto” En todos estos casos, “pronto” es semejante a “en seguida”. La frase que propone Cóndor no es muy común y no sé hasta qué punto es correcta, puede darse en un registro oral. Las situaciones que se me ocurren son muy rebuscadas. Espero haber ayudado y no estar refiriéndome a un uso demasiado dialectal de estas expresiones.
Cuando v-i-o-lar era un arte y no una atrocidad
Miércoles, 18 de octubre de 2006
Por José Miguel Lorenzo Arribas
V-i-o-lar, v-i-olación y sus derivados nos remiten a uno de los actos más repugnantes que el ser humano puede efectuar contra sus semejantes. El carácter claramente s-e-x-uado de la acción remite, por otro lado, a una de las amenazas que la sociedad patriarcal impone a las mujeres. Aunque no sean las únicas víctimas de la acción, las cifras son incontestables. La v-i-o-lación es un expresión de la v-i-o-l-encia que ha sido denominada con el calificativo de «terrorismo s-e-xual» por algunas feministas, con razón, y un tema con el que no quiero frivolizar.
En el Código Penal español vigente, de 1995, el delito resultante de la acción de v-i-olar, la v-i-olación, se comprende en su Título VIII: «Delitos contra la libertad e indemnidad s-e-x-uales». Con matices, esta palabra ha mantenido su significado a través de los siglos. Alfonso de Palencia (1490) explicaba que «V-i-olare es corromper, contaminar, ensuziar, fazer algo forzosamente». Poco más de un cien años después, el Tesoro de la lengua (1611) definía el verbo como «corromper la doncella por fuerza», como única acepción, visibilizando a la víctima principal, pero reduciéndola a su condición de soltera y virgen. Afinaba un poco más la edición de 1739 del Diccionario de Autoridades cuando argumentaba que v-i-o-lar «vale también corromper por fuerza a alguna muger, especialmente doncella».
Miércoles, 18 de octubre de 2006
Por José Miguel Lorenzo Arribas
V-i-o-lar, v-i-olación y sus derivados nos remiten a uno de los actos más repugnantes que el ser humano puede efectuar contra sus semejantes. El carácter claramente s-e-x-uado de la acción remite, por otro lado, a una de las amenazas que la sociedad patriarcal impone a las mujeres. Aunque no sean las únicas víctimas de la acción, las cifras son incontestables. La v-i-o-lación es un expresión de la v-i-o-l-encia que ha sido denominada con el calificativo de «terrorismo s-e-xual» por algunas feministas, con razón, y un tema con el que no quiero frivolizar.
En el Código Penal español vigente, de 1995, el delito resultante de la acción de v-i-olar, la v-i-olación, se comprende en su Título VIII: «Delitos contra la libertad e indemnidad s-e-x-uales». Con matices, esta palabra ha mantenido su significado a través de los siglos. Alfonso de Palencia (1490) explicaba que «V-i-olare es corromper, contaminar, ensuziar, fazer algo forzosamente». Poco más de un cien años después, el Tesoro de la lengua (1611) definía el verbo como «corromper la doncella por fuerza», como única acepción, visibilizando a la víctima principal, pero reduciéndola a su condición de soltera y virgen. Afinaba un poco más la edición de 1739 del Diccionario de Autoridades cuando argumentaba que v-i-o-lar «vale también corromper por fuerza a alguna muger, especialmente doncella».
Cuando v-i-o-lar era un arte y no una atrocidad
Miércoles, 18 de octubre de 2006
Por José Miguel Lorenzo Arribas
V-i-o-lar, v-i-olación y sus derivados nos remiten a uno de los actos más repugnantes que el ser humano puede efectuar contra sus semejantes. El carácter claramente s-e-x-uado de la acción remite, por otro lado, a una de las amenazas que la sociedad patriarcal impone a las mujeres. Aunque no sean las únicas víctimas de la acción, las cifras son incontestables. La v-i-o-lación es un expresión de la v-i-o-l-encia que ha sido denominada con el calificativo de «terrorismo s-e-xual» por algunas feministas, con razón, y un tema con el que no quiero frivolizar.
En el Código Penal español vigente, de 1995, el delito resultante de la acción de v-i-olar, la v-i-olación, se comprende en su Título VIII: «Delitos contra la libertad e indemnidad s-e-x-uales». Con matices, esta palabra ha mantenido su significado a través de los siglos. Alfonso de Palencia (1490) explicaba que «V-i-olare es corromper, contaminar, ensuziar, fazer algo forzosamente». Poco más de un cien años después, el Tesoro de la lengua (1611) definía el verbo como «corromper la doncella por fuerza», como única acepción, visibilizando a la víctima principal, pero reduciéndola a su condición de soltera y virgen. Afinaba un poco más la edición de 1739 del Diccionario de Autoridades cuando argumentaba que v-i-o-lar «vale también corromper por fuerza a alguna muger, especialmente doncella».
Miércoles, 18 de octubre de 2006
Por José Miguel Lorenzo Arribas
V-i-o-lar, v-i-olación y sus derivados nos remiten a uno de los actos más repugnantes que el ser humano puede efectuar contra sus semejantes. El carácter claramente s-e-x-uado de la acción remite, por otro lado, a una de las amenazas que la sociedad patriarcal impone a las mujeres. Aunque no sean las únicas víctimas de la acción, las cifras son incontestables. La v-i-o-lación es un expresión de la v-i-o-l-encia que ha sido denominada con el calificativo de «terrorismo s-e-xual» por algunas feministas, con razón, y un tema con el que no quiero frivolizar.
En el Código Penal español vigente, de 1995, el delito resultante de la acción de v-i-olar, la v-i-olación, se comprende en su Título VIII: «Delitos contra la libertad e indemnidad s-e-x-uales». Con matices, esta palabra ha mantenido su significado a través de los siglos. Alfonso de Palencia (1490) explicaba que «V-i-olare es corromper, contaminar, ensuziar, fazer algo forzosamente». Poco más de un cien años después, el Tesoro de la lengua (1611) definía el verbo como «corromper la doncella por fuerza», como única acepción, visibilizando a la víctima principal, pero reduciéndola a su condición de soltera y virgen. Afinaba un poco más la edición de 1739 del Diccionario de Autoridades cuando argumentaba que v-i-o-lar «vale también corromper por fuerza a alguna muger, especialmente doncella».
¿Sabía usted qué es un PUTICLUB? No intente decir que esa palabra no existe en español. Yo la estoy usando, entonces, existe.
Pues bien en un interesante comentario de Miguel A. Román se dice que
"Bien, si tu respuesta es no, supongo que deberían sugerirle a tus papás que controlen mejor tu uso de Internet.
El caso es que todos los demás sabemos qué es un puticlub (al menos sabrán qué significa esa palabra). Como lo sabe un ciudadano europeo que ha presentado un formulario en un ayuntamiento levantino solicitando abrir un local y en el campo “actividad” ha escrito: puticlub. Y cuando le han preguntado cómo se ha atrevido a escribir semejante cosa, su respuesta ha sido simple:
– Así se dice en español ¿no?
– Es que debería usted haber puesto “bar”.- le aconsejaría el funcionario.
– Es que yo no voy a poner un bar, sino un puticlub.
Y tendría razón en ambas cosas. Primero en que es inequívocamente un término del español, (pese al evidente anglicismo club). Y, segundo, en que el término está correctamente empleado: no es un bar, esto es, según el DRAE: Local en que se despachan bebidas que suelen tomarse de pie, ante el mostrador, sino en todo caso un “bar de alterne”, aquel local donde ciertas chicas tratan con los clientes, para estimularles a hacer gasto en su compañía, del cual obtienen generalmente porcentaje. O sea, un puticlub.
Sin embargo, el término, pese a ser español, ampliamente conocido y utilizado desde hace ya décadas, incluido un uso literario, extendido por casi todas las áreas hispanoparlantes y designar inequívocamente un concepto concreto, no aparece en el Diccionario de la Real Academia.
Pero es que, contrariamente a lo que algunos piensan, el DRAE no es un catálogo exhaustivo del léxico del idioma. Ni lo es, ni pretende serlo ni, aunque lo pretendiera, lo podrá ser. Entre otras cosas porque las palabras nacen muy abajo, y hasta que llegan a las narices de los académicos, ya maduras y con su nicho bien asentado, han transcurrido normalmente varios años".
Pues bien en un interesante comentario de Miguel A. Román se dice que
"Bien, si tu respuesta es no, supongo que deberían sugerirle a tus papás que controlen mejor tu uso de Internet.
El caso es que todos los demás sabemos qué es un puticlub (al menos sabrán qué significa esa palabra). Como lo sabe un ciudadano europeo que ha presentado un formulario en un ayuntamiento levantino solicitando abrir un local y en el campo “actividad” ha escrito: puticlub. Y cuando le han preguntado cómo se ha atrevido a escribir semejante cosa, su respuesta ha sido simple:
– Así se dice en español ¿no?
– Es que debería usted haber puesto “bar”.- le aconsejaría el funcionario.
– Es que yo no voy a poner un bar, sino un puticlub.
Y tendría razón en ambas cosas. Primero en que es inequívocamente un término del español, (pese al evidente anglicismo club). Y, segundo, en que el término está correctamente empleado: no es un bar, esto es, según el DRAE: Local en que se despachan bebidas que suelen tomarse de pie, ante el mostrador, sino en todo caso un “bar de alterne”, aquel local donde ciertas chicas tratan con los clientes, para estimularles a hacer gasto en su compañía, del cual obtienen generalmente porcentaje. O sea, un puticlub.
Sin embargo, el término, pese a ser español, ampliamente conocido y utilizado desde hace ya décadas, incluido un uso literario, extendido por casi todas las áreas hispanoparlantes y designar inequívocamente un concepto concreto, no aparece en el Diccionario de la Real Academia.
Pero es que, contrariamente a lo que algunos piensan, el DRAE no es un catálogo exhaustivo del léxico del idioma. Ni lo es, ni pretende serlo ni, aunque lo pretendiera, lo podrá ser. Entre otras cosas porque las palabras nacen muy abajo, y hasta que llegan a las narices de los académicos, ya maduras y con su nicho bien asentado, han transcurrido normalmente varios años".
A Gómez Torrego, al igual que otros escritores que escriben manuales del español, lo conozco desde hace muchos años y he leído todos sus libros. Ellos saben mucho, cómo no, de nuestro idioma pero no tienen ni pretenden tener más autoridad que la Real Academia. No entiendo cómo una cosa tan evidente no entre en la mollera de algunos. El idioma es de todos, pero hay establecida una jerarquía, cuya punta más alta la constituye la RAE junto con las demás Academias Asociadas del Español y de momento, a menos que no haya un cataclismo cultural no hay Torrego ni Borrego que la suplante. Por otro lado dudo, conociendo a este último, que haya escrito cosa semejante, pues es sabido que la locución AL OBJETO DE es válida.
al, o con, OBJETO de.
1. locs. conjunts. finales Con la finalidad de, para. Vengo al objeto de quedarme. Vengo con objeto de quedarme.
al, o con, OBJETO de que.
1. locs. conjunts. finales para que. Te llamo con objeto de que vengas. Vino al objeto de que recuperases tu dinero.
Esto está sacado del Diccionario on line que todo el mundo puede ver en su casa.
Seguramente lo que Gómez Torrego escribe (o quiso escribir y otros por ignorancia han manipulado) es que no es correcta la locución A OBJETO DE.
Vean lo que advierte el Diccionario panhispánico de dudas:
objeto. con (el) objeto de o al objeto de. ‘Para o con la finalidad de’: «Se comprometieron a presentar el padrón de electores con el objeto de que fuera depurado» (Expreso [Perú] 1.10.90); «Fue a ver a mi madre con objeto de ayudarla en lo que pudiera» (Leyva Piñata [Méx. 1984]); «Optó por instalarse en un pueblo de la costa, al objeto de lograr [...] una mayor concentración en su trabajo» (Goytisolo Estela [Esp. 1984]). Todas son construcciones válidas, aunque es mayoritario el uso de con (el) objeto de. Si se emplea la preposición a, no es correcta la supresión del artículo (A OBJETO de): «Los demás servicios de seguridad del Estado deben ser profundamente reestructurados A OBJETO DE desmilitarizarlos» (Hoy [Chile] 25-31.1.84). [...]
Saludos a los foristas.
al, o con, OBJETO de.
1. locs. conjunts. finales Con la finalidad de, para. Vengo al objeto de quedarme. Vengo con objeto de quedarme.
al, o con, OBJETO de que.
1. locs. conjunts. finales para que. Te llamo con objeto de que vengas. Vino al objeto de que recuperases tu dinero.
Esto está sacado del Diccionario on line que todo el mundo puede ver en su casa.
Seguramente lo que Gómez Torrego escribe (o quiso escribir y otros por ignorancia han manipulado) es que no es correcta la locución A OBJETO DE.
Vean lo que advierte el Diccionario panhispánico de dudas:
objeto. con (el) objeto de o al objeto de. ‘Para o con la finalidad de’: «Se comprometieron a presentar el padrón de electores con el objeto de que fuera depurado» (Expreso [Perú] 1.10.90); «Fue a ver a mi madre con objeto de ayudarla en lo que pudiera» (Leyva Piñata [Méx. 1984]); «Optó por instalarse en un pueblo de la costa, al objeto de lograr [...] una mayor concentración en su trabajo» (Goytisolo Estela [Esp. 1984]). Todas son construcciones válidas, aunque es mayoritario el uso de con (el) objeto de. Si se emplea la preposición a, no es correcta la supresión del artículo (A OBJETO de): «Los demás servicios de seguridad del Estado deben ser profundamente reestructurados A OBJETO DE desmilitarizarlos» (Hoy [Chile] 25-31.1.84). [...]
Saludos a los foristas.
Aprende a leer. El post se trata de EN RELACIÓN A. Y si quieres dormir con tu Academia, es un problema tuyo.
>Barcelona написал:
>--------------
>A Gómez Torrego, al igual que otros escritores que escriben manuales del español, lo conozco desde hace muchos años y he leído todos sus libros. Ellos saben mucho, cómo no, de nuestro idioma pero no tienen ni pretenden tener más autoridad que la Real Academia. No entiendo cómo una cosa tan evidente no entre en la mollera de algunos. El idioma es de todos, pero hay establecida una jerarquía, cuya punta más alta la constituye la RAE junto con las demás Academias Asociadas del Español y de momento, a menos que no haya un cataclismo cultural no hay Torrego ni Borrego que la suplante. Por otro lado dudo, conociendo a este último, que haya escrito cosa semejante, pues es sabido que la locución AL OBJETO DE es válida.
>
>al, o con, OBJETO de.
>
>1. locs. conjunts. finales Con la finalidad de, para. Vengo al objeto de quedarme. Vengo con objeto de quedarme.
>
>al, o con, OBJETO de que.
>
>1. locs. conjunts. finales para que. Te llamo con objeto de que vengas. Vino al objeto de que recuperases tu dinero.
>
>Esto está sacado del Diccionario on line que todo el mundo puede ver en su casa.
>
>Seguramente lo que Gómez Torrego escribe (o quiso escribir y otros por ignorancia han manipulado) es que no es correcta la locución A OBJETO DE.
>
>Vean lo que advierte el Diccionario panhispánico de dudas:
>
>objeto. con (el) objeto de o al objeto de. ‘Para o con la finalidad de’: «Se comprometieron a presentar el padrón de electores con el objeto de que fuera depurado» (Expreso [Perú] 1.10.90); «Fue a ver a mi madre con objeto de ayudarla en lo que pudiera» (Leyva Piñata [Méx. 1984]); «Optó por instalarse en un pueblo de la costa, al objeto de lograr [...] una mayor concentración en su trabajo» (Goytisolo Estela [Esp. 1984]). Todas son construcciones válidas, aunque es mayoritario el uso de con (el) objeto de. Si se emplea la preposición a, no es correcta la supresión del artículo (A OBJETO de): «Los demás servicios de seguridad del Estado deben ser profundamente reestructurados A OBJETO DE desmilitarizarlos» (Hoy [Chile] 25-31.1.84). [...]
>
>Saludos a los foristas.
>
>
>
>Barcelona написал:
>--------------
>A Gómez Torrego, al igual que otros escritores que escriben manuales del español, lo conozco desde hace muchos años y he leído todos sus libros. Ellos saben mucho, cómo no, de nuestro idioma pero no tienen ni pretenden tener más autoridad que la Real Academia. No entiendo cómo una cosa tan evidente no entre en la mollera de algunos. El idioma es de todos, pero hay establecida una jerarquía, cuya punta más alta la constituye la RAE junto con las demás Academias Asociadas del Español y de momento, a menos que no haya un cataclismo cultural no hay Torrego ni Borrego que la suplante. Por otro lado dudo, conociendo a este último, que haya escrito cosa semejante, pues es sabido que la locución AL OBJETO DE es válida.
>
>al, o con, OBJETO de.
>
>1. locs. conjunts. finales Con la finalidad de, para. Vengo al objeto de quedarme. Vengo con objeto de quedarme.
>
>al, o con, OBJETO de que.
>
>1. locs. conjunts. finales para que. Te llamo con objeto de que vengas. Vino al objeto de que recuperases tu dinero.
>
>Esto está sacado del Diccionario on line que todo el mundo puede ver en su casa.
>
>Seguramente lo que Gómez Torrego escribe (o quiso escribir y otros por ignorancia han manipulado) es que no es correcta la locución A OBJETO DE.
>
>Vean lo que advierte el Diccionario panhispánico de dudas:
>
>objeto. con (el) objeto de o al objeto de. ‘Para o con la finalidad de’: «Se comprometieron a presentar el padrón de electores con el objeto de que fuera depurado» (Expreso [Perú] 1.10.90); «Fue a ver a mi madre con objeto de ayudarla en lo que pudiera» (Leyva Piñata [Méx. 1984]); «Optó por instalarse en un pueblo de la costa, al objeto de lograr [...] una mayor concentración en su trabajo» (Goytisolo Estela [Esp. 1984]). Todas son construcciones válidas, aunque es mayoritario el uso de con (el) objeto de. Si se emplea la preposición a, no es correcta la supresión del artículo (A OBJETO de): «Los demás servicios de seguridad del Estado deben ser profundamente reestructurados A OBJETO DE desmilitarizarlos» (Hoy [Chile] 25-31.1.84). [...]
>
>Saludos a los foristas.
>
>
>
yo soy un hombre pacífico, ... pero..!!!
En un pueblecito del centro de los Estados Unidos, un viajero de
Nueva York estaba viajando en un autobús cuando le matan de un disparo.
Llega el sheriff y empieza a preguntar a los numerosos testigos :
- A ver, usted, ¿que ha pasado?
- Pues verá, sheriff, yo estaba sentado detrás cuando la víctima
se sentó junto a esa bella señorita, y la hizo proposiciones deshonestas.
- ¿Qué es exactamente lo que le dijo?
- Le ofreció 20 dólares y pagar la habitación del hotel. (Gestos de
asombro entre los curiosos) Obviamente, la señorita se quedó sumamente
sorprendida.
- Ya me imagino.
- Pero ese asqueroso no se cortó, y le ofreció después 30 dólares, y
más tarde cuarenta dólares.
Se oyen voces entre el público sobre lo gilipollas que pueden
llegar a ser los forasteros. El sheriff se dirige a la bella.
- Y usted ¿qué hizo, joven?
- Nada... no podía creermelo. El tío siguió subiendo el precio, y
llegó a 100 dólares. Y todo esto hablando en voz alta, de forma que todo el
autobús le estaba oyendo. Entonces se levantó el Mike...
Se oyen más comentarios entre la gente.
- Ya veo... entonces, ¿qué es lo que hizo usted ? (dirigiéndose hacia
el acusado.)
- Mire, sheriff, yo soy un hombre pacífico, todo el mundo que me
conoce sabe que nunca provoco a nadie (se oye un murmullo de aprobación
entre el público). Pero es que no pude aguantarme al ver que llegaba un
forastero y que por el mero hecho de tener dinero empezaba a decirle
semejantes tonterías a esta buena vecina, asi que me levanté y sin mediar
una palabra le pegué un tiro en la nuca con mi revólver.
Se oye un cuchicheo procedente de los curiosos, cuyo tono indica que
todos ellos están de acuerdo en que el forastero se lo merecía. El sheriff
no puede creérselo.
- Pero bueno, no lo entiendo, ¿y usted porqué le mató, si total no
le habia hecho nada a usted?
- ¿Que no me había hecho nada? Pero bueno, si es que no puede ser,
no podemos consentir que un forastero suba los precios de esa manera. ! Luego
tenemos que seguir pagándolos los demás !
Nueva York estaba viajando en un autobús cuando le matan de un disparo.
Llega el sheriff y empieza a preguntar a los numerosos testigos :
- A ver, usted, ¿que ha pasado?
- Pues verá, sheriff, yo estaba sentado detrás cuando la víctima
se sentó junto a esa bella señorita, y la hizo proposiciones deshonestas.
- ¿Qué es exactamente lo que le dijo?
- Le ofreció 20 dólares y pagar la habitación del hotel. (Gestos de
asombro entre los curiosos) Obviamente, la señorita se quedó sumamente
sorprendida.
- Ya me imagino.
- Pero ese asqueroso no se cortó, y le ofreció después 30 dólares, y
más tarde cuarenta dólares.
Se oyen voces entre el público sobre lo gilipollas que pueden
llegar a ser los forasteros. El sheriff se dirige a la bella.
- Y usted ¿qué hizo, joven?
- Nada... no podía creermelo. El tío siguió subiendo el precio, y
llegó a 100 dólares. Y todo esto hablando en voz alta, de forma que todo el
autobús le estaba oyendo. Entonces se levantó el Mike...
Se oyen más comentarios entre la gente.
- Ya veo... entonces, ¿qué es lo que hizo usted ? (dirigiéndose hacia
el acusado.)
- Mire, sheriff, yo soy un hombre pacífico, todo el mundo que me
conoce sabe que nunca provoco a nadie (se oye un murmullo de aprobación
entre el público). Pero es que no pude aguantarme al ver que llegaba un
forastero y que por el mero hecho de tener dinero empezaba a decirle
semejantes tonterías a esta buena vecina, asi que me levanté y sin mediar
una palabra le pegué un tiro en la nuca con mi revólver.
Se oye un cuchicheo procedente de los curiosos, cuyo tono indica que
todos ellos están de acuerdo en que el forastero se lo merecía. El sheriff
no puede creérselo.
- Pero bueno, no lo entiendo, ¿y usted porqué le mató, si total no
le habia hecho nada a usted?
- ¿Que no me había hecho nada? Pero bueno, si es que no puede ser,
no podemos consentir que un forastero suba los precios de esa manera. ! Luego
tenemos que seguir pagándolos los demás !
Yelena: en tanto que hablante del español no me suena particularmente mal el plural de un sustantivo.
"A lo largo y a lo ancho del jardín se habían puesto mesas y sombrillas, y, al fondo, junto a las perreras, un enorme toldo protegía una mesa de níveo mantel, que corría a lo largo de la pared, erizada de fuentes con entremeses multicolores. El bar estaba junto al estanque de agallados peces japoneses y se veían tantas copas, botellas, cocteleras, jarras de refrescos, como para quitar la sed a un ejército. Mozos de chaquetilla blanca y muchachas de cofia y delantal recibían a los invitados abrumándolos desde la misma puerta de calle con piscosauers, algarrobinas, vodkas con maracuyá, vasos de whisky, gin o copas de champaña, y palitos de queso, papitas con ají, guindas rellenas de tocino, camarones arrebosados, volovanes y todos los bocaditos concebidos por la inventiva limeña para abrir el apetito. En el interior, enormes canastas y ramos de rosas, nardos, gladiolos, alelíes, claveles, apoyados contra las paredes, dispuestos a lo largo de las escaleras o sobre los alféizares y los muebles, refrescaban el ambiente. El parquet estaba encerado, las cortinas lavadas, las porcelanas y la platería relucientes y el doctor Quinteros sonrió imaginando que hasta los huacos de las vitrinas habían sido lustrados. En el vestíbulo había también un buffet, y en el comedor se explayaban los dulces -mazapanes, queso helado, suspiros, huevos chimbos, yemas, coquitos, nueces con almíbar- alrededor de la impresionante torta de bodas, una construcción de tules y columnas, cremosa y arrogante, que arrancaba trinos de admiración a las señoras. (Se trata de un texto del recién premiado con el Nobel, Vargas Llosa).
"Cuando regresara del bar, continuó, quería subir a mi habitación para que charláramos un poco. Convine con él en que así lo haríamos y fui a refugiarme en un par de vodkas que harían más fácil el diálogo con el cojo cancerbero. Muchas veces, en otras crisis semejantes, había recibido avances parecidos, hechos siempre por personas que tenían un inconfundible aire de familia con el portero. Casi hubiera podido anticipar cuál iba a ser, a grandes rasgos, la propuesta del hombre. Regresé a mi cuarto pasada la media noche y, poco después, oí sus pasos claudicantes. (Este es de Alvaro Mutis).
"A lo largo y a lo ancho del jardín se habían puesto mesas y sombrillas, y, al fondo, junto a las perreras, un enorme toldo protegía una mesa de níveo mantel, que corría a lo largo de la pared, erizada de fuentes con entremeses multicolores. El bar estaba junto al estanque de agallados peces japoneses y se veían tantas copas, botellas, cocteleras, jarras de refrescos, como para quitar la sed a un ejército. Mozos de chaquetilla blanca y muchachas de cofia y delantal recibían a los invitados abrumándolos desde la misma puerta de calle con piscosauers, algarrobinas, vodkas con maracuyá, vasos de whisky, gin o copas de champaña, y palitos de queso, papitas con ají, guindas rellenas de tocino, camarones arrebosados, volovanes y todos los bocaditos concebidos por la inventiva limeña para abrir el apetito. En el interior, enormes canastas y ramos de rosas, nardos, gladiolos, alelíes, claveles, apoyados contra las paredes, dispuestos a lo largo de las escaleras o sobre los alféizares y los muebles, refrescaban el ambiente. El parquet estaba encerado, las cortinas lavadas, las porcelanas y la platería relucientes y el doctor Quinteros sonrió imaginando que hasta los huacos de las vitrinas habían sido lustrados. En el vestíbulo había también un buffet, y en el comedor se explayaban los dulces -mazapanes, queso helado, suspiros, huevos chimbos, yemas, coquitos, nueces con almíbar- alrededor de la impresionante torta de bodas, una construcción de tules y columnas, cremosa y arrogante, que arrancaba trinos de admiración a las señoras. (Se trata de un texto del recién premiado con el Nobel, Vargas Llosa).
"Cuando regresara del bar, continuó, quería subir a mi habitación para que charláramos un poco. Convine con él en que así lo haríamos y fui a refugiarme en un par de vodkas que harían más fácil el diálogo con el cojo cancerbero. Muchas veces, en otras crisis semejantes, había recibido avances parecidos, hechos siempre por personas que tenían un inconfundible aire de familia con el portero. Casi hubiera podido anticipar cuál iba a ser, a grandes rasgos, la propuesta del hombre. Regresé a mi cuarto pasada la media noche y, poco después, oí sus pasos claudicantes. (Este es de Alvaro Mutis).
el vasco incompleto
Recuerdo que una vez me hablaron de un vasco que no se sentía a gusto consigo mismo porque le faltaba algo por dentro que le impedía sentirse un verdadero vasco. Ante sus amigos íntimos se lamentaba y se atormentaba sobremanera. Todos se apiadaban de él, "pobre Patxi", decían, "no sabe lo que es sentirse un vasco completo", y lo consolaban al mismo tiempo que se alegraban de no padecer algo semejante. No sé cómo pero al cabo de mucho tiempo, y después de pasar de manicomio en manicomio, topó con un neurocirujano que le dio la solución. "No te falta nada, querido Patxi, te sobra. Hay una zona del cerebro activa que hace que te se bloqueen ese noble sentimiento. Sin duda, debes someterte a una lobotomía." Se me olvidaba decir que esta historia me la narraron en euskera, uno de los idiomas de España, mientras que un amigo, que sabía que no entendía el vasco, me la traducía al castellano, porque hay que poner de manifiesto un detalle importante que no sé si ocurre en otros sitios multilingües. A ellos no les importaba si entendía o no el vasco. Ellos querían que yo oyera hablar vasco. "¡Si quiere entender, que lo aprenda!", me insinuaban. A Patxi le practicaron la lobotomía, pero pasaban las semanas y no mejoraba. "Me sigo ¡sintiendo vasco pero no del todo, ¡ayyyyyy! El neurocirujano, que lo tenía muy claro, le practicó una segunda y, más tarde, otra tercera intervención. Le rebanó más de la mitad del seso. Esto que explico es totalmente cierto y sepan que ése fue un primer caso. Desde entonces, allí se siguen practicando infinidad de lobectomías, eso sí, con mucha discreción. ¡Ah!, se me olvidaba. En el postoperatorio el pobre Patxi no despertaba. "¡Patxi, Patxi, Patxi! ¿Nos oyes?", le gritaba el neurocirujano en vasco mientras lo zarandeba, "¡¡¡Patxiiiii!!!!"
Pasaron semanas y meses hasta que por fin despertó. Sobre el resultado de esta tercera lobotomía, no hay parte oficial, sólo se sabe que el paciente dijo con voz muy débil y quejumbrosa
---Diguiiiiiiii
Este "digui" significa literalmente "Dígame" pero no precisamente en la lengua de los vascos. Es en catalán.
Bueno que no se ofenda nadie. Ésta es una historia real que me explicaron a mí y yo la transmito. Aprovecho para decirle a Fulvio, un mienbro del foro, a quien especialmente le tengo mucha simpatía, y quien una vez me preguntó qué quería decir con nacionalismo virtual, que los fanatismos no corresponden a la realidad y que en vez de enriquecernos nos empobrecen y nos aíslan. Sí a las todas culturas: catalana, castellana, gallega, vasca, etc., pero SIN RESTAR, HAY QUE SUMARLAS.
Ya me corregiréis si hay faltas, no tengo tiempo de volver a leerlo. Gracias.
Pasaron semanas y meses hasta que por fin despertó. Sobre el resultado de esta tercera lobotomía, no hay parte oficial, sólo se sabe que el paciente dijo con voz muy débil y quejumbrosa
---Diguiiiiiiii
Este "digui" significa literalmente "Dígame" pero no precisamente en la lengua de los vascos. Es en catalán.
Bueno que no se ofenda nadie. Ésta es una historia real que me explicaron a mí y yo la transmito. Aprovecho para decirle a Fulvio, un mienbro del foro, a quien especialmente le tengo mucha simpatía, y quien una vez me preguntó qué quería decir con nacionalismo virtual, que los fanatismos no corresponden a la realidad y que en vez de enriquecernos nos empobrecen y nos aíslan. Sí a las todas culturas: catalana, castellana, gallega, vasca, etc., pero SIN RESTAR, HAY QUE SUMARLAS.
Ya me corregiréis si hay faltas, no tengo tiempo de volver a leerlo. Gracias.
>Condor написал:
>QUÉ — Objeto Directo (OD)
>
>Me dijo (lo siguiente:) QUE no me preocupase por "sus faltas" de sintaxis — oración subordinada sustantiva de Objeto Directo (OD)*
> "Me dijo que llamaría a mi madre": Me dijo "eso"
> "Quiero que te vayas al supermercado": Quiero "eso"
> "Me pidió que le acompañase a casa": Me pidió "eso"
>
>
>Fomá (insistiendo). —¿Para qué te dijo ESO?
>
>Marquís (asombrado y interpretando la intención de Condor). —¡Hombre, está claro para qué! Me LO dijo para que no me preocupase por tan menudas cosas, ya que sabe que tengo problemas con los nervios.
А вот это уже совсем другое дело, вот тогда всё становится на свои полочки, т есть нужно чётко различать разницу между похожими предложениями, но с совершенно разной структурой:
1. Me dijo que no me preocupara por sus faltas (Oración subordinada sustantiva en función de complemento directo.
2. Me LO dijo para(que) no me preocupara por sus faltas (Oración subordinada final).
Их часто путают не только с подчинёнными существительными предложениями прямого дополнения, но и косвенного:
Preposición "que"
Los nexos de la primera columna se relacionan entre sí por presentar la forma de preposición más la conjunción que:
· (para) (que), a (que): el nexo completo para que es el básico de este tipo de subordinadas (He venido hasta aquí para que hablemos un rato). Varias son las consideraciones que podríamos tener en cuenta respecto a este nexo:
o cuando en la oración primera aparece un complemento directo, es frecuente la confusión de la subordinada final con una inexistente inordinada sustantiva de complemento indirecto: He cocinado este plato para que lo deguste Juan. Como se dirá en su momento oportuno, la oración de complemento indirecto ha de presentar un nexo alusivo, no la conjunción que: He cocinado este plato para quien lo deguste.
El CD es un complemento argumental del verbo; cuando un verbo tiene la capacidad de seleccionar una oración para que realice dicha función, esta oración con mucha frecuencia, aparece encabezada por conjunción /que/, la cual es un mero transpositor, una forma que al introducir una oración subordinada la capacita para desempeñar una función propia del sustantivo, y entre ellas, la de CD:
Tus palabras provocaron el que ellos dijeran semejantes disparates.
Alguna chica os insinuará que solo colaboréis con vuestra asistencia.
Новое в блогах и на форуме
Помогите перевести: no haber por donde agarrar
Как это переводится?
Помогите перевести
Эти слова часто ищут, но не находят в словаре. Вы можете предложить их перевод и добавить в словарь.
arrepentirse
Искали 98 раз
mandatario verbal
Искали 42 раз
paramental
Искали 31 раз
расшплинтовать
Искали 49 раз
хозбытовой
Искали 5 раз